Los Yankees están abajo 0-3 en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, luego de que su principal arma, Gerrit Cole, no funcionara en el Juego 3 el sábado.

Este revés obliga a los Yankees a enfrentarse a las probabilidades en contra de la historia en el Juego 4. Casi nadie se recupera después de caer tan profundo.

No hay razón para pensar que los bombarderos pueden lograr un milagro en esta serie, no contra un oponente que hasta ahora está invicto en los playoffs.

Boone y sus jugadores están aprendiendo por las malas por qué Houston dominó esta temporada.

Todo lo que han hecho los Yankees, los Astros lo han hecho mejor.

Es un pequeño consuelo saber que los juegos han sido cerrados. Lo Astros están siendo para los Yankees lo mismo que los Bombarderos han sido para los Mellizos de Minnesota durante la última década.

No le fue posible a Cole cambiar la suerte de los Yankees. No pudo rescatarlos de enfrentar hoy lo que sería una vergonzosa eliminación.

La multitud del estadio también jugará su papel. Los fanáticos de los Yankees dan tanto miedo que especialmente los mismos dem Bronx le temen.

Cole calificó como un “placer” estar respaldado por un ejército de 45.000 fanáticos que trafica con la intimidación. Pero no hay mucho que puedan hacer más allá de la guerra psicológica; las cosas no han resultado en la dirección que Cole creyó. Los fans han estado abucheando al equipo. No obstante, lo que necesitan los Yankees, más que insultos y epítetos desde las gradas, es más ofensiva.

A pesar de todo su poder de temporada regular, la alineación de Boone estaba bateando .176 en los primeros seis juegos creando un desequilibrio poco saludable en la producción de los Yankees.

Dieciocho de sus primeras 24 carreras de playoffs han sido generadas por jonrones. Eso significa que se crea menos de una carrera por juego al poner la pelota en juego. Seis carreras en siete primeros juegos, y dos de ellas sucias el jueves.

Eso no será suficiente para derrotar a los Astros, menos ahora que Cole no fue una carta de triunfo. Solo queda Néstor Cortés que debe salir perfecto hoy domingo.

En el Juego 2 en Minute Maid Park, se mantuvo abierto el techo durante una noche inusualmente cálida en el centro de Houston. Los elevados se llevan mejor cuando el techo está cerrado, lo que afectó un misil de 106.3 mph aue conectó Aaron Judge contra la pared en la octava entrada. Su trayectoria de 370 pies habría sido lo suficientemente fuerte para un jonrón en el Bronx. Ese misil de Judge podría haber dado a los Yankees una ventaja de 4-3 con seis outs para el final. Solo imagine lo diferente que se sentiría el campeonato de la Americana hoy con unos pocos pies adicionales.

El techo abierto le quitó vida al potencial jonron, que fue atrapado por un Kyle Tucker. Pero las especulaciones son eso, especulación. La realidad está siendo que los Astros son la mejor fuerza de octubre.

Astros son el único equipo de este siglo en llegar a la Serie de Campeonato de la Liga seis años seguidos.

Presumiblemente, los Astros no están haciendo trampa esta vez, pero lo que es aún más notable es que el segunda base José Altuve aún no ha contribuido ofensivamente. Lo que no es un buen augurio para los Yankees.

Si Altuve toma su forma en esta etapa los Astros son simplemente imparables.

No solo eso, sino que también podrían quedar invictos en la Serie Mundial. Los únicos dos equipos de la Liga Nacional que eran capaces de estar a la altura de ellos, los Dodgers y los Bravos, ya se han ido.

Los Yankees pensaron que tenían suficiente para detener a los dirigidos por Dusty Baker. Pero Justin Verlander tuvo demasiada velocidad en el Juego 1, y Framber Valdez tuvo una bola curva para morirse en el Juego 2. Mientras Cristian Javier no necesitó más que sus 2 efectivos picheos para seguir su dominio sobre ellos.

Los Yankees parecen prepararse para el abismo. Y con eso vendría mucho drama en la temporada muerta.