No es algo casual, pues el lanzador que vemos en octubre, no es el mismo de abril y mayo, no; además Noah Syndergaard sabe lo que es ganar en una Serie Mundial, pues hace siete años, en 2015, lanzó un juegazo ante los Reales de Kansas City para anotarse la única victoria de los Mets de Nueva York en ese Clásico de Otoño.

En aquel entonces, comenzaba a forjar su leyenda, el increíble “Thor”, el hombre que a la altura del octavo o noveno inning soltaba fuego con su bola rápida, llegando a las 98 o 99 millas como lo más normal del mundo, como si estuviera blandiendo un martillo al más puro estilo de la famosa deidad nórdica.

El comienzo

La historia de Syndergaard comenzó ese año precisamente, allí en Queens, siendo un ídolo de la afición en Citi Field y desde el primer momento mostró con creces su potencial, dejando marca de 9-7.

Y así, llegó 2016, 2017 y 2018 y con su récord de 13-4, Noah Syndergaard se consagraba como uno de los lanzadores más consistentes del béisbol, siempre viviendo a la sombra de Jacob deGrom.

Cuando se anunció que el derecho saldría de los Mets, todos sabían cual era la causa principal, Syndergaard no quería ser segundo y con esa idea llegó a los Angelinos de Anaheim en este 2022.

Debía ser un gran año, con Noah tomando un segundo aire, siendo un referente del staff, pero no, en 15 juegos trabajados, dejó una forja de 5-8, con una efectividad de 3,83 y los hilos de los acontecimientos apuntaban a un fracaso, pero un golpe de suerte cambió el curso.

El renacido

Los Filis, inmersos en la batalla por entrar al menos entre los comodines a postemporada, se hicieron con sus servicios, algo había visto Rob Thomson que le permitía confiar y las cosas salieron mejor de lo pensado.

En 10 juegos trabajados, con la escuadra de Filadelfia, tal como lo muestra Baseball Reference, Syndergaard dejó un récord de 5-2 y una efectividad de 4,12, con 31 ponches en 54,2 tramos de labor.

Era otro, había renacido, de a poco volvía a ser el mismo de antes y con los playoffs, mostraba parte de su antigua clase.

La clave del éxito

Y así lectores, justo al momento de escribir este texto, Noah Syndergaard fue anunciado como el abridor del tercer juego de la Serie Mundial, una jugada interesante del dirigente Rob Thomson que de darle resultado, bien podría representar el hecho de liquidar las acciones en Pensilvania.

Hablamos de un hombre que lo mismo puede abrir un partido, que venir a los días desde el bullpen y siempre hacerlo bien.

En esta postemporada, Syndergaard ha trabajado en 3 juegos, incluido uno como relevista y si por un lado se ha ido sin decisión, por el otro ha dejado buenos números como para ser tomado en cuenta frente a los Astros de Houston, hablamos de una efectividad de 1,69 en 5,1 entradas, además de un minúsculo whip de 0,75.

De igual modo, está el precedente de aquel juego en 2015 frente a los Mets y eso también juega a favor de Syndergaard y por supuesto que Thomson lo sabe.

El juego 3

Ganar el juego 3 en un duelo de postemporada siempre resulta trascendental, más en una Serie Mundial, pues dejas a tu rival con la difícil misión de vencer en tres de los cuatro desafíos restantes y esto los Filis tratarán de aprovecharlo bien, mucho más cuando jugarán en casa.

Y sí, con el cotejo igualado entre Astros y Filis, Noah Syndergaard puede ser la clave para que en Filadelfia vuelvan a soñar con otro título, catorce años después y esto en abril nadie lo hubiera pensado, pero el béisbol es así de sorprendente.