Como lo lee, en medio del drama sobre la posible salida de su estrella, Shai Gilgeous – Alexander; Oklahoma City Thunder sacó todo su arsenal ofensivo este domingo para doblegar a los Knicks de Nueva York, por pizarra de 145-135.

Si algo necesitaban los Thunder para levantar la moral era un resultado de esta magnitud, pues ganar allí, en el mismísimo Madison Square Garden revive las esperanzas de cualquier mortal y los chicos de Mark Daigneault lo hicieron para mostrar destellos que permiten tener una idea sobre lo que esta pléyade de jóvenes talentosos puede llegar a lograr.

La acción

“… Simplemente movimos el balón y buscamos el hombre adecuado y los chicos siempre estuvieron listos para atacar…”- enfatizó el coach a la prensa, minutos después de acabado el juego, tal como refiere ESPN.

Y fue así, con un sensacional 62% en tiros de campo y un 55% en triples, los Thunder bombardearon a los Knicks desde todos los sectores de la cancha, mostrando superioridad en todo momento.

Las figuras

Por los visitantes, el ya mencionado Shai Gilgeous- Alexander descolló una vez más como el gran referente de Oklahoma, al sumar 37 puntos, 5 rebotes y 8 asistencias, además de 3 robos de balón y 2 tapones en 36 minutos sobre la duela del Garden.

Al mismo tiempo, el australiano Josh Giddey secundaba la labor de Alexander, con un imponente triple doble de 24 puntos, 12 asistencias y 10 rebotes.

Histórico

En este sentido y de acuerdo con ESPN Stats trasciende que Giddey se unió a Wilt Chamberlain como los únicos jugadores en la historia de NBA en compilar triples dobles en sus dos primeros partidos en el Madison Square Garden.

Fue la quinta victoria con siete derrotas para los Thunder que tratan de encontrar el mejor ritmo en esta joven temporada, sopesando la ausencia por lesión del prometedor Chet Holmgren y evocando la nostalgia de aquellos años a comienzos de la pasada década, cuando de la mano de Kevin Durant llegaron incluso a discutir el anillo frente al Miami Heat.

Aún queda camino por recorrer pero por ahora esta colosal victoria en Nueva York es un motivo más que suficiente para creer.