Lejos de llegar a su fin, la polémica dentro del ajedrez y más específicamente acerca de las posibles trampas del jugador norteamericano Hans Niemann no ha hecho más que comenzar. En la previa del arranque del Campeonato de Estados Unidos un escáner corporal ha hecho acto de presencia para asombro y perplejidad de todos los presentes. ¿Su objetivo? Asegurarse de que el hombre que batió recientemente a Magnus Carlsen en la Sinquefield Cup 2022 no intente nada fuera de lo legal para ganar sus partidas.

Sí, así como se lee, la seguridad del Saint Louis Chess Club, lugar donde se está llevando a cabo el torneo que definirá al mejor ajedrecista del país de las barras y las estrellas, recibió al sospechoso Gran Maestro de 19 años de edad con un protocolo de inspección bastante atípico al habitual y al mismo tiempo, mucho más riguroso.

No le sentó bien

Con respecto a la actitud de Hans ante el nuevo sistema de revisión, sobra decir que su cara era un poema. Durante el chequeo claramente estuvo incómodo y hasta anonadado por lo que ocurría. Era como si no creyera lo que pasaba, pero de igual manera colaboró y mejor aún, salió indemne del estudio con rayos equis.

No comió de intimidaciones

A pesar del amargo momento vivido previo a su duelo contra contra el jovencito de 15 Christopher Yoo, Niemann logró imponerse en una muy buena partida jugando un ajedrez de calidad. Más tarde, manifestó ante los medios de comunicación:

“Este es un mensaje para todos y esta partida mostró el jugador de ajedrez que soy. También demostró que no voy a retroceder y voy a jugar mi mejor ajedrez aquí, independientemente de la presión”.

En el ojo del huracán

Mientras tanto, sigue siendo investigado por una comisión de la FIDE por las sospechas que yacen sobre él. Asimismo, el portal Chess.com emitió un comunicado afirmando que este jugador ha hecho trampas en el pasado, puesto que encontraron movimientos sospechosos en al menos 100 de sus juegos realizados en esta plataforma.