Esta pudiera ser, como en la célebre obra de Wole Soyinka, una crónica sobre el país de la gente más feliz de la tierra y es que durante aquellas jornadas en suelo italiano, el combinado de fútbol de Camerún hizo vibrar a ese país, a todo un continente y más allá, luego de su sensacional participación en la Copa Mundial de 1990.

Por aquel entonces, no hubo gente más feliz en la faz de la tierra que los cameruneses: – “… Fue una alegría inmensa…”- expresó Roger Milla, el líder de aquella selección, en un fragmento del documental emitido por la cadena DAZN que recoge la historia de los llamados Green Lions o Leones Verdes en español, tal como se le conoce a la selección de Camerún desde aquel año.

La trama

Milla fue la figura del elenco africano, el gran protagonista de aquella gesta a sus 38 años, regresando del retiro tras recibir un llamado del presidente de Camerún Paul Biya, tal como lo cuenta Yahoo Sports.

En su saga sobre la historia de los mundiales, Fox Sports recoge que, en una de las grandes sorpresas en estos torneos, Camerún abrió ganándole al vigente campeón Argentina, 2-1, para después vencer a Rumania por 1-0 y caer ante la Union Soviética por 0-4; quedando primera del grupo B.

Ya en octavos de final el conjunto africano, sometió a Colombia 2-1, con un gol histórico del mencionado Milla, quien le robó el balón al arquero René Higuita para marcar la diana que sentenciaría el encuentro y dejar grabado en la memorabilia de los aficionados ese momento como unos de los mejores en todos los tiempos.

El hito

Camerún se convertía en el primer país de África en llegar a una instancia de cuartos de final en los 60 años que para ese momento tenían los Mundiales de Fútbol.

Un gol de penalti de Gary Lineker le daría la victoria 3-2 a los ingleses, quienes ponían fin al sueño de Milla y compañía.

Nadie esperaba aquello y el equipo fue recibido con todos los honores, luego de sus 4 goles en la competencia Roger Milla tomaría un segundo aire en su carrera para retirarse en 1998 de forma definitiva, jugando antes otro Mundial, el de 1994, donde con 42 años, se convirtió en el jugador más veterano en marcar en un partido.

Diez años después de aquella historia de película, durante los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, Camerún lograba otro gran resultado en la arena internacional, la medalla de oro en el fútbol, pero mirando en retrospectiva, la génesis de ese otro hito estaba allí, en la épica que se había escrito en Italia 1990.