Si nos pusieramos a hablar del palmarés y todo lo que ha logrado Cristiano Ronaldo tendríamos que hacer tres artículos o quizás escribir un libro. Mucho más exitoso en clubes que en su selección, CR7 tiene dentro de sus logros con Portugal una Eurocopa y una Liga de Naciones con un protagonismo notable del portugués que logro colocarse como el jugador con más partidos y máximo goleador de la selección portuguesa de fútbol.

Cristiano cargaba en sus hombros una selección que a nivel colectivo quizás no carburaba de la mejor manera, y siempre encontraba el camino al gol con su número 7. Pero todo esto comienza a cambiar después de esa Eurocopa en 2016 con la llegada de una generación de futbolistas jóvenes y el gran trabajo de las categorías inferiores de Portugal que en ese momento dominaban el fútbol Europeo.

La salida de Cristiano del Real Madrid y la inestabilidad en su juego se vieron directamente reflejados en su rendimiento con la selección, sin embargo, esta nueva generación de futbolistas emergentes pudo sacar pecho y encajar en el juego de los dirigidos por Fernando Santos: a falta de Cristiano, los jóvenes al rescate.

Con la llegada de los Diego Jota, João Félix, Bruno Fernández, Rafael Leão, Portugal tenía otra cara. Este equipos más Cristiano ya no funcionaba, y eso se vio reflejado en el fracaso de la Euro 2020 y las complicaciones para clasificarse a este mundial. Por momentos parecía que Portugal y sus nuevos chicos de oro jugaba mejor cuando CR7 no estaba en la cancha, pero como dije al principio, cuando tienes a uno de los mejores de todos los tiempos, es difícil no contar con su dependencia.

Para este mundial, Fernando Santos tendrá que encontrar variantes. Su reto es poder encajar las piezas de grandes futbolistas como Bruno Fernández, Bernardo Silva y Joao, buscando el rol adecuado para un Cristiano Ronaldo que no esta teniendo continuidad ni minutos en el Manchester United.

Veamos si Santos es capaz de hacer que el juego colectivo de una gran selección se imponga con Cristiano Ronaldo jugando un papel secundario.

Si Portugal quiere hacer historia en este próximo mundial tiene que entender que ya no es Cristiano dependiente.