Casi seis décadas después se sigue hablando de aquel día en Wembley, cuando ante la mirada atenta de miles de aficionados, la selección inglesa de fútbol lograba su primer título en Copas del Mundo.

Aquella fue la octava edición y al día de hoy muchos recuerdan la justa por los goles del legendario Eusebio, quien fue el líder goleador de aquel torneo, gracias a sus 8 dianas, pero también por la aguda polémica que matizó el encuentro final entre   británicos y alemanes.

La trama

Cuenta ESPN y tal como lo refleja el portal web de la FIFA en su sección de historia que el choque lo abrió Helmut Haller con un auténtico golazo, pero la respuesta inglesa no se hizo esperar y minutos después, Geoff Hurst empataría el duelo.

Luego de los 90 minutos reglamentarios y tras lo goles de Martin Peters y Wolfang Webber, el árbitro suizo, Gottfried Dienst debió disponer del tiempo extra para definir al campeón.

Once minutos después de haber reiniciado el juego, el mencionado Geoff Hurst descargó todo su poder con un disparo que alcanzaría a superar al guardameta Hans Tilkowski, chocando en el travesaño para tocar la línea de gol y entonces ahí se generó el debate, ¿gol o no?…

La polémica

Para la mayoría el balón no entró, pero Dienst ante la incertidumbre del juez de línea legitimó el tanto con medio equipo alemán abalanzándose sobre él.

Desde entonces, en el universo futbolero, aquel gol se conocería como el “gol fantasma” y ante el desconcierto de los teutones, la diana abriría el camino a la coronación, con Hurst sentenciando el partido en los finales, para el 4-2 definitivo.

Refiere Infobae que un estudio de la Universidad de Oxford en 1995 reveló que al balón le habían faltado 6 centímetros para entrar, mientras que, en 2016, el canal Sky Sports en el programa Monday Night Football, acudió a la realidad virtual para mediante una simulación corroborar que la pelota sí había entado.

Para unos se trata del robo más grande en la historia del fútbol, para otros, quizás un merecido premio para la nación que en su día, allá a finales del siglo XIX, había inventado este deporte maravilloso.