La mística de los Diablos Rojos de Bélgica, hablamos de la selección de fútbol de este país, esa mística se remonta hasta el año 1986, allá con el Mundial de México y aquella generación dorada que bajo el mando de Guy Thys y el liderazgo del espectacular Jean Marie Pfaff se llevaron un memorable cuarto lugar, luego de la eliminación en semifinales a manos de la Argentina de Diego Amando Maradona, quien días después alzaría el trofeo en el Estadio Azteca.

Aquella gesta protagonizada por jugadores como el mencionado portero Pfaff, así como por Jan Ceulemans y Eric Gerets sirvió para ubicar en el mapa futbolístico a la escuadra belga, reconocida desde ese momento como los Diablos Rojos, debido al color encendido de su uniforme.

El legado

Debieron pasar 16 años, para que Bélgica volviera a tener una gran actuación en Copas del Mundo, justo cuando en 2022, durante la cita de Corea y Japón, de la mano de Marc Wilmots avanzaron hasta octavos de final, para caer ante Brasil, el elenco campeón de aquella justa.

El propio Wilmots, sería el artífice, el hombre que lograría aglutinar a una hornada de futbolistas talentosos que emergieron con la llegada de los 2000; Hazard, de Bruyne, Mertens, Lukaku, Meunier, Courtois y en 2014 llegó el primer gran reto.

El primer gran reto de la nueva “generación de oro”

Solo Argentina, otra vez Argentina en el camino de los belgas, solo los argentinos pudieron frenar en cuartos a los chicos de Wilmots, pero el debut de la nueva generación de oro, era por todo lo alto.

Hace cuatro años, en Rusia, en esa oportunidad con un nuevo entrenador, el español Roberto Martínez; los Diablos Rojos, tras eliminar al Brasil de Neymar, con un Lukaku en estado de gracia, llegaron a semifinales frente a Francia y ese cabezazo de Umtiti, definió un destino que parecía marcar el tan añorado triunfo, pero no…

Lukaku y compañía debieron conformarse con el tercer lugar después de imponerse a Inglaterra, dejando la sensación de que podían aspirar a más.

¿El último chance para ganar?

Cuatro años después, a poco más de un mes de comenzar la nueva cita mundialista en Qatar, esta generación tendrá la que tal vez sea su última oportunidad de obtener un título tan esperado.

Los sucesivos fracasos en las Eurocopas de 2016 y 2020, han atizado más el fuego de la desesperación para un equipo que en los años recientes ha comandado el ranking del orbe.

El tiempo se acaba y todos lo saben, desde el propio Martínez, hasta el último jugador de banca, Bélgica deberá sortear un grupo complicado junto a Croacia, Canadá y Marruecos, pero igual salen de favoritos.

En este punto, la idea de la generación perdida se impone, pero puede que sin el cartel de favoritos de 2014 y 2018, en esta oportunidad, con menos presión y el aliciente del buen fútbol que pueden desplegar, sea el momento de los Diablos Rojos… antes de que acabé el año lo sabremos, por ahora, una vez más, habrá que esperar y en Doha se definirá todo.