Los Yankees de Nueva York saltaron ayer al terreno de juego del Minute Maid Park con la esperanza de revertir una situación que ya se ha hecho costumbre para ellos: ser dominados por los Astros de Houston. Sin embargo, no pudieron lograrlo cayendo por pizarra de 4×2 a pesar de haberse mantenido en el encuentro durante gran parte del mismo y habiendo picado adelante en la parte alta de la segunda entrada.

Pero no solo eso, sino que en este juego los Mulos del Bronx se adueñaron de una estadística negativa que seguramente no les hará ninguna gracia, pero que ilustra perfectamente lo que ha sido la postemporada hasta ahora para ellos más allá de que hayan dejado en el camino a los Guardianes de Cleveland.

El número negro

De los 27 outs que sacó la defensa sideral, 17 fueron por la vía del ponche. Entre Justin Verlander, Héctor Neris, Rafael Montero y Ryan Pressly, se encargaron de hacer abanicar casi una veintena de veces a los bateadores yankistas. Curiosamente solo Giancarlo Stanton se salvó de ser merendado por los voraces brazos de Houston.

El show arrancó con el abridor Verlander (2 veces ganador del premio Cy Young) retirando a 11 oponentes por la vía de los 3 strikes en 6 innings completos de labor. Más tarde, el dominicano Neris sacó uno de los 3 outs que llevó a cabo con ponche. Después, fue el turno de su compatriota, quien hizo 2 outs e igual número de los mismos dándole chocolate a los adversarios. Finalmente, el cerrador Pressly concretó la faena liquidando en la goma a 3 de los 4 hombres que dominó.

Un récord para el olvido

Del otro lado ocurrió todo lo contrario, los pitchers de los Bombarderos nada más pudieron ponchar en par de ocasiones a los miembros de la toletería de los Astros. Solo Lou Trivino y Frankie Montas concretaron retiros por la vía rápida en una ocasión cada uno para la causa de los visitantes.

Esto hizo que se creara una brecha de 15 ponches entre una escuadra y la otra, algo que jamás había ocurrido en la historia de los playoffs de Las Mayores, por lo que quedará enmarcado en los libros estadísticos de la MLB por siempre, o al menos, hasta que alguien viva otra humillación similar. A todas estas, ¿Qué pensarán los Yankees al respecto?