Nadie contaba con ellos, sin Rudy Gobert ni Donnovan Mitchell, poco se podía esperar, mucho más teniendo a un entrenador de 34 años como estratega, pero como sucede tantas veces, la historia del Utah Jazz en este comienzo de temporada va tomando un curso que pocos esperaban

Y como lo lee, sin Gobert, sin Mitchell y tampoco sin el eterno Quin Snyder, tras 8 años en el banquillo de la franquicia de Salt Lake, de esta manera, cuando todos hablaban de crisis y nadie apostaba un duro por ellos, los chicos de Will Hardy están dando una lección de baloncesto de primer nivel en cada salida.

La figura

No están Mitchell ni Gobert, pero sí un finlandés que había dejado pasar 5 buenos años en los Bulls y su llegada a Cleveland no parecía mostrar nada nuevo, pero tras arribar a la Vivint Arena, Lauri Markkanen ha reencarnado en la versión que un día prometía ser.

Ya en el último partido ante los Grizzlies, Markkanen superó la barrera de los 30 puntos y con ello el ala-pívot está promediando ahora mismo, mientras escribo para   22,6 puntos por partido, 9,3 rebotes, 2,9 asistencias, un tapón y una efectividad de más del 50% en tiros de campo.

El grupo

Toda una sensación, pero más allá del impacto de Lauri Markkanen está el equipo, la dinámica de grupo que está haciendo funcionar la propuesta del coach Green como si de un reloj suizo se tratase, con Markkanen de líder, pero también con figuras como Jordan Clarkson, Kelly Olynyk, Collin Sexton, además del aporte decisivo de un experimentado como Mike Conley Jr.

El resultado no podía ser otro, un récord de 6-2 y la sensación de poder contra cualquiera de los pesos pesados en el Oeste, Warriors, Suns o Mavericks.

¿Quién lo iba a decir?, creo que nadie, pero en los deportes colectivos es así, el grupo es más importante que una o dos figuras y esa es la mentalidad y la esencia de este nuevo proyecto, entonces, ¿por qué no soñar?, ¿habrá un final de Hollywood?, en las duelas se definirá todo.