Reza un adagio que el líder es aquel que le demuestra a los demás que lo imposible parece posible. Y eso fue lo que este sábado hizo Emilio Bonifacio en los Tigres de Licey. Cuando todo parecía trabado, se habían jugado 14 innings y nadie quería ganar, él dio el hit que rompió la paridad y guió, como buen capitan, el buque a buen puerto.

Así fue como comenzó la pelota invernal en República Dominicana, con mucha emoción.

En segunda corría Elly De la Cruz cuando se produjo el sencillo de oro que le permtió a los azules vencer 10 carreras por 2 a los Leones del Escogido. Estos últimos jugaban como dueños de casa.

El estadio Quisqueya Juan Marichal fue testigo de cómo estos dos equipos se batieron codo a codo, llegaron al inning 14 con la pizarra empatada, durante 5 horas y 38 minutos de acción. Por el montículo desfilaron 22 lanzadores, once por lado.

Emilio Bonificacio es felicitado al llegar a la cueva, luego del hit (Prensa Licey)

La victoria fue para Frank Garcés (1-0) y la derrota recayó sobre Franklin Parra (0-1). A pesar de la ventaja de los visitantes en el último episodio, el mánager José Offerman colocó a Jairo Asencio a cerrar el compromiso.

“Yo solo traté de buscar un buen pitcheo para batear”, dijo exultante el cenerfielder de los añiles, una vez finalizado el partido. “Yo creo que él no ejecutó como el quería y eso es lo que hacemos aquí en el Licey, aprovechar los errores de los pitchers”.

El lanzamiento fue una curva que se le quedó colgada al zurdo. “Gracias a Dios puede conectar de hit”.

De La Cruz demostró en este primer juego sus dotes de prospecto. Se fue de 5-4 con cuatro remolcadas. Entre los indiscutibles se cuentan un doble y un triple.

“Creo que todos vimos lo que él ha hecho (con el bate)”, declaró Bonifacio sobre el novato. “Ya él lo está diciendo en el terreno con su estilo de juego”.

El cuerpo de relevistas del Licey no permitió carreras en 10 entradas. Luego de la salida del abridor Steven Moyer cada uno de los pitchers que entró a lanzar supo conjurar todas y cada una de las situaciones de peligro de los dirgidos por Pedro López.

Por el contrario, los taponeros locales,que pudieron acallar los bates añiles, se desmoronador en el inning 14, cuando entre Parra y Cristofer Ogando permitieron ocho carreras. Cabe de decir que las tres últimas de esa fatídica entradas fueron sucias.

“Creo que en el equipo hay mucho compromiso”, destacó Bonifacio. “Y eso lo van a ver aquí en el terreno”.

Así fueron las primeras carreras

Arístides Aquino recibió boleto en la parte alta del segundo inning, se movió hasta la segunda base por un rodado suave de Dawell Lugo, quien se apuntó un infield hit. Trenton Brooks debutó llenado las bases luego de negociar un boleto. Fue allí cuando De La Cruz soltó doblete para remolcar las dos primeras del juego y poner arriba al Licey en la pizarra.

Pero los dueños de casa no se dieron por vencidos. En el cierre del cuarto inning, Pete O’Brien la sacó la mil millas por el jardín izquierdo, para encender las tribunas del Quisqueya. La gente reaccionó con alegría y en menos de un segundo volvió la alegría a las gradas.

En el cierre del quinto, con Eddy Leonard en la tercera producto de un triple, Engel Beltré soltó un sencillo ante el pitcher José Marte, para empatar las acciones y poner el juego sabroso.