Fue el paño de lágrimas de Joe Girardi en aquella Serie Mundial en 2009 y todavía están bien frescas esas imágenes en el sexto juego, con un Yankee Stadium como un manicomio y él allí, disertando ante la poderosa toletería de los Filis; Rollins, Utley, Victorino y Ryan Howard.

Andy Pettitte había regresado al Bronx, luego de su etapa con los Astros de Houston entre 2004 y 2006 y para ese entonces, ya con 14 campañas en Grandes Ligas muchos hablaban de “el viejo Andy” y Pettitte como tantas veces lo había hecho se encargó de acabar con las habladurías, ganando dos juegos en ese Clásico de Otoño, incluido ese sexto y decisivo partido que le dio el anillo 27 a los Bombarderos del Bronx.

La figura

Y es que hablar de Andy Pettitte es hablar de un grande, para muchos uno de los mejores zurdos en los últimos 50 años de béisbol, imponente en cada tramo de su carrera desde el año de su debut allá por 1995, sus anillos de Serie Mundial, su hombrada en Houston, siendo una pieza vital para que los Astros llegaran a la Serie Mundial en 2005, el regreso a Nueva York y el adiós, un adiós tras 18 temporadas, con 256 victorias, una efectividad de 3,85  y 2448 ponches y su número 46 en uno de los rincones sagrados del  Monument Park en el Yankee Stadium.

Nos referimos a una leyenda en toda la extensión y con la llegada de los playoffs y el inminente comienzo de la Serie Mundial, la figura del estelar zurdo vuelve a emerger, pues este momento, el de los Clásicos de Otoño, los de máxima presión, los instantes “clutch” del béisbol, estos momentos eran los preferidos de Andy Pettitte, eran momentos hechos a su medida.

El hito de Pettitte

En un primer plano, si bien Andy Pettitte no pudo ganar ni un juego en 1999, 2000 y 2001, sus resultados en 1996, 1998, 2003 y 2009, le otorgan una distinción única en Las Mayores…

En este sentido y tal como refiere MLB Network, tenemos que Pettitte vio acción en 8 Clásicos de Otoño, abriendo en 13 partidos y dejando una forja de 5-4 con una efectividad de 4,06.

Este registro de 5 victorias lo ubica como el pitcher más ganador en esta instancia en los últimos 45 años, algo que enaltece su impronta en los diamantes de MLB y ante lo cual solo nos queda quitarnos el sombrero y aplaudir,¿qué cree usted?