El incendio sigue sin poder apagarse en la casa de Los Ángeles Lakers, y cuando pareciera que las cosas se van a normalizar, aparece la figura de un jugador rival y vuelven a sufrir un golpe de realidad, impidiéndoles obtener victoria alguna en lo que ha sido la primera semana de temporada en la NBA.

No se pudo ante los Warriors de Stephen Curry en el día inaugural, tampoco ante su rival de vecindario como los Clippers; ahora les tocó recibir este domingo a unos Portland Trail Blazers que si han podido hacer los deberes, viniendo inspirados tras vencer a los Kings y luego a los Phoenix Suns en tiempo suplementario.

De todos es conocida la difícil situación interna que ha vivido este conjunto desde hace varias semanas, con el tema de las lesiones de algunos jugadores, así como el caso puntual del base Russell Westbrook, de quién se siguen teniendo dudas sobre su futuro inmediato con la franquicia amarillo y púrpura.

Pero es que no se le han dado las cosas a un equipo, que sigue contando con lo que pueda hacer su principal figura como LeBron James, que en esta ocasión se vuelve a erigir como el mejor anotador con 31 puntos, apoyado como de costumbre por su fiel compañero Anthony Davis y un doble-doble de 22 puntos y 12 asistencias.

Simplemente la larga distancia tampoco fue amiga del conjunto angelino, con solo 6 aciertos de 33 intentos, para un muy bajo 18% desde el perímetro, mientras que sus rivales al menos alcanzaron en ese renglón un 37%. Pero lo más destacado en Portland ha sido el enorme partido del base Damian Lillard y sus 41 puntos, aniquilando cualquier opción para los Lakers.

LeBron James tuvo una posibilidad en los minutos finales desde la línea de tiros libres, pero falló en dos de sus siete intentos, y precisamente han caído por diferencia de dos puntos, 106-104; incluso, los Lakers llegaron al último período con una ventaja de 5 puntos, tras haber obtenido un triunfo parcial de 35-23 en el tercer cuarto.

Pero les ha costado mantener la ventaja en los momentos que les ha tocado estar al frente en el marcador, esto aunado a la inspiración de Lillard y el buen aporte de Jeremi Grant y Anfernee Simons, que les ha permitido ganar por tercera vez y conservar su invicto en este inicio de campaña.

En síntesis, en Los Ángeles no están nada contentos, al menos el sector que sigue al 17 veces campeón de la NBA, y que su rendimiento actual no está ni mucho menos cercano al 2020 cuando se titularon por última vez; la frustración de LeBron James cada vez va creciendo, de la misma forma en que la paciencia de sus aficionados va disminuyendo. Repetimos, esto aún comienza, pero el paciente no se termina de levantar de la cama.