Un día después de que Maria Sakkari desperdiciara una pelota de final femenina ante Barbora Krecjikova, el otro griego que restaba en Roland Garros, Stefanos Tsitsipas, no falló.

El mejor tenista de la presente temporada, con más puntos sumados (4.560), más partidos ganados en 2021 (39) y más victorias en tierra (22), doblegó la resistencia de Alexander Zverev por 6-3, 6-3, 4-6, 4-6 y 6-3, en tres horas y 37 minutos.

“Vengo de un pequeño lugar a las afueras de Atenas, y mi sueño siempre fue jugar en Roland Garros. Nunca pensé que estaría en la final aquí. Es la victoria más importante de mi carrera. Estoy muy contento que junto a Maria (Sakkari) estemos popularizando el tenis en Grecia”, explicaba a la conclusión entre lágrimas.

De esta forma, el flamante finalista, de 22 años y 305 días, es el más joven en la lucha por el título de un ‘major’ desde que Andy Murray (22 años y 261 días) se colara en la final del Open de Australia, en 2010. Y el más precoz en el Abierto galo desde Rafael Nadal en la edición de 2008. El balear contaba con 22 años y cinco días.

El alemán volvió a fallar en un ‘major’. Cabe recordar que para encontrar su única final hay que remontarse al pasado US Open con Dominic Thiem.

Tsitsipas empezó mandando desde el primer peloteó y pronto disparó el marcador hasta el 3-0. Su consistencia desde el fondo de la pista contrastaba con los errores no forzados de su rival.

No era casualidad que los precedentes entre ambos dominara el ganador por cinco triunfos a dos, de los cuales cuatro eran consecutivos.

Stefanos, además, ha adquirido todo el ramillete de saques que existen en el tenis. Le faltaba el abierto y ahora ya forma parte de su ilimitado arsenal de golpes.

Zverev reaccionó en el segundo acto saliendo en tromba con un favorable 3-0. Se repetía el guión inicial pero al revés. Tsitsipas encadenó después siete juegos para anotarse el segundo parcial y empezar dominando también el tercero.

El tenista de Hamburgo se negó a rendirse antes de tiempo y le valieron dos roturas para firmar las tablas en el marcador y alargar el desenlace hasta la quinta manga. Stefanos tenía que hacer algo y lo hizo: paró el partido y se fue a los vestuarios para refrescar sus ideas.

El griego levantó un 0-40 en el juego inicial y rompió inmediatamente después. Puso la directa hacia la gloria tenística. El griego, que había perdido las tres semifinales de ‘Grand Slam’ en las que había participado, con Nadal, Djokovic y Daniil Medvedev de verdugos, dio un paso más en si carrera. Ha dado continuidad a sus dos títulos esta campaña en polvo de ladrillo: el Masters 1.000 de Montecarlo y Lyon.