Hace unas semanas, luego de triunfar en Roland Garros, Rafael Nadal declaraba que dudaba de si iba a participar de Wimbledon producto de su lesión en el pie que lo obligó a someterse a un nuevo tratamiento. Hoy, el español no solo disputó el torneo, sino que se encuentra entre los cuatro mejores del certamen. Pero, ¿podrá seguir?

El triunfo épico ante el estadounidense Taylor Fritz, decimocuarto del ranking, en el que debió remontar el partido en el que se encontraba 1-2 en sets le generó un dolor abdominal que lo torturó durante gran parte del encuentro, según explicó el manacorí.

“Cada vez que sacaba me daba un pinchazo en la zona abdominal. Fue muy doloroso tener esa molestia ahí abajo durante gran parte del partido. Mi padre me pidió que me retirara del partido. Ahora no se si jugaré la semifinal”, declaró Nadal que, no solo se mantuvo en juego sino que logró quedarse con el quinto set tras el tie break.

Rafa tendrá un dia de descanso para evaluar la situación y ver si se trata de una molestia pasajera o de algo más grave. El viernes tendrá enfrente al polémico Nick Kyrgios, que llegó a semis de un torneo de Grand Slam por primera vez en su carrera.

El australiano de 27 años, a pesar de ser dueño de un enorme talento, trasciende más por sus declaraciones y por algunas excentricidades durante los partidos, como discusiones con el público o su cuerpo técnico, saques desde abajo o festejos de puntos, lo que ha causado extremos de amor u odio por el tenista.

Por la otra semifinal, se enfrentarán Novak Djokovic y el británico Cameron Norrie por un boleto a la gran final que podría tener otra vez un duelo entre Nole y Rafa, hecho que no sucede desde la final de Roland Garros de 2020, partido que ganó el español. De todas formas, el último antecedente entre ambos fue en el pasado Abierto de Francia cuando Nadal derrotó al serbio en cuatro sets