En la previa de un nuevo Gran Premio de Estados Unidos que puede ir encaminando el título hacia a alguno de los dos principales candidatos Max Verstappen o Lewis Hamilton, fue otro de los pilotos del actual campeonato el que causó revuelo en conferencia de prensa.
“No me arrepiento de nada en mi carrera, pero sí de no haberme retirado en 2016 de la Fórmula 1” fueron las palabras de Fernando Alonso, actual piloto de la escudería Alpine, luego de regresar este año tras haber dejado la competición en 2018 luego de un segundo ciclo en McLaren.
“Me fui demasiado tarde de la Fórmula 1. Debí marcharme antes. Es fácil decirlo ahora, pero no debí esperar hasta 2018, debí marcharme en 2015 o 2016, dos años antes, para intentar el Dakar y la Resistencia. Ya lo tenía en mente en 2015, pero me llevó un tiempo madurarlo. Quizás demasiado”, fueron las declaraciones del español.
La entrevista al bicampeón mundial también incluyó una faceta poco conocida del piloto que nunca se guardó nada a la hora de reclamar equidad. “Siempre he intentado luchar contra las injusticias. No es nuevo, estaba en el pasado. Siempre las ha habido en función de las nacionalidades, ya fuera por penalizaciones o por la aplicación de una norma. Recuerdo cuando luchaba contra Red Bull (entre 2010 y 2012), sabíamos que tenían un alerón delantero muy flexible y ganaron cinco o seis carreras antes de que lo revisaron y se prohibió. Yo perdí el campeonato (2012) por tres puntos”.
Una situación similar la vivió en 2007, una de las temporadas más polémicas que se recuerden, en la Alonso, pilotando para McLaren, perdió el título por apenas un punto ante Kimi Raikkonen, de Ferrari, en un campeonato plagado de conflictos con la escudería (fue sancionada por espiar a Ferrari) y con su compañero, el entonces debutante Hamilton.