El Gran Premio de Mónaco dejó mucha tela para cortar para todos los equipos. Desde la postergación por la lluvia que obligó a cortar la carrera antes de las vueltas pactadas por el límite de tiempo, hasta la actuación de cada uno de los monoplazas que no tuvieron muchas chances de superar rivales, por el trazado en sí y por el agregado de la pista mojada.

Pero hay una actuación que merece analizarse aparte. Se trata de Charles Leclerc, que el sábado había conseguido la pole pero que un error de su equipo lo dejó en cuarto lugar cuando lideraba la carrera. Eso sí, pudo ver por primera vez en las calles de su Montecarlo natal la bandera a cuadros. Por eso mismo ¿fue un saldo positivo para el monegasco o la mala suerte en el Gran Premio de su país continúa?

Los antecedentes indicaban que Leclerc había corrido cuatro veces en Mónaco entre Fórmula 2 y Fórmula 1, y en ninguna había podido finalizar la carrera. En 2017, en la segunda categoría, tuvo problemas mecánicos en las dos carreras de la ronda, a pesar de haber logrado la pole. En 2018, ya pilotando para Sauber en la máxima, chocó con Brandon Hartley a pocas vueltas del final.

La parada en boxes de Ferrari fue clave para que Leclerc perdiera toda opción de victoria

Un año después, finalmente en Ferrari, quedó afuera en Q1 y en el apuro por remontar se tocó con Nico Hulkenberg generando daños que lo hicieron abandonar. En 2021 (la carrera no se disputó en 2020) llegó el punto más alto de la mala suerte cuando su auto se quedó sin potencia en la vuelta de formación, abandonando sin largar después de haber tenido que repararlo a las apuradas tras estrellarse en la Q3. Aún así, había logrado una nueva pole position.

Para esta carrera, Ferrari llegaba como el principal candidato a disputarle el trono a Red Bull. Si bien Leclerc y el equipo perdieron el liderato tras Barcelona, los vehículos de la Scuderia parecían los mejor configurados para el trazado callejero. Y así lo demostró Leclerc que tuvo un gran tiempo de clasificación y pudo largar desde el primer puesto.

Pero en carrera, llegaron los problemas típicos de los últimos tiempos de Ferrari. Al momento de cambiar los neumáticos tras ver que la pista se estaba secando, la idea original del equipo era pasar de las gomas para lluvia, a los intermedios. Así lo hicieron con Leclerc en su primera parada. Pero Carlos Sainz, que tuvo un stint más largo optó por pasar directamente a las duras de piso seco.

Ferrari se dio cuenta que esa estrategia era mejor y volvió a llamar a Leclerc a boxes cuando el monegasco estaba en situación de liderato. Pero no calcularon bien y llamaron a Charles cuando Sainz aún estaba en boxes. El ingeniero de Leclerc corrigió el llamado y le pidió que espere una vuelta más pero el piloto ya estaba ingresando al pit lane por lo que el monoplaza 16 tuvo que perder tiempo valioso esperando la salida de su compañero.

Así, un Leclerc furioso con su equipo terminó saliendo en cuarto lugar, detrás de Max Verstappen con nulas opciones de sobrepasar a los de adelante. De hecho, ya con todos con neumáticos duros, nadie más paró en boxes y las posiciones quedaron iguales. Leclerc pudo ver la bandera a cuadros por primera vez, pero su equipo le arruinó una potencial victoria dejándolo afuera, incluso, del podio