La Fórmula 1 puede parecer uno de los deportes más individualistas del mundo, donde cada piloto está en su mundo y lucha por conseguir sus objetivos, más allá de los de la escudería. A veces, incluso, estos intereses chocan generando un conflicto entre partes. Pero así y todo, también hay solidaridad para quién la necesita.

Y ese es el caso de Mick Schumacher, hijo mayor del múltiple campeón de la categoría, que está teniendo su primer año en la máxima en el equipo Haas, el más débil de la parrilla. Lamentablemente, no cuenta con su padre, en rehabilitación tras sufrir en 2013 un accidente practicando esquí que lo dejó en coma varios meses y con lesiones cerebrales permanentes, y que no pudo ver el ascenso de Mick desde las categorías menores a la Fórmula 1.

Y allí es donde apareció gente dispuesta a ayudarlo. No solo en Ferrari, al pertenecer a su Academia que evalúa todos sus progresos, sino también en pista, ya que hay pilotos que siempre están para brindarle una mano o un consejo. Y uno de ellos es Sebastian Vettel.

El piloto de Aston Martin, alemán como los Schumacher, siempre se declaró fan de Michael y declaró estar a disposición para Mick en lo que necesitara en su carrera como piloto: “Creo que es muy importante para él encontrar su propio camino. Pero seguramente, al igual que me ayudó que Michael me diera algunos consejos cuando le pregunté, estoy tratando de hacer lo mismo con él. Es una pena que Michael no pueda ser testigo de la progresión de Mick en los últimos años y de su paso ahora por la F1. Por mi parte, me agrada mucho Mick y nos llevamos bien y estoy encantado de contarle todo lo que sé”.

La relación de Vettel con los Schumacher no es solamente profesional. El cuatro veces campeón con Red Bull compitió junto a Michael en la Copa de Naciones ganándola seis veces de forma consecutiva, por lo que los pilotos mantuvieron una buena relación en la que Vettel ya había podido conocer a Mick de chico.

Incluso, Vettel formó equipo con Mick, que ya había sido campeón de la Fórmula 3, para la Copa de Naciones de 2019, por lo que su relación dentro y fuera de pista ya era mucho más cercana. Y con el debut de Mick en Haas para esta temporada, eso no cambió.

“Claro que me dio algunos consejos”, recuerda Mick. “Tiene mucha experiencia, así que pude aprender de él y con él para intentar vencer al resto y ser los ganadores de la Copa de Naciones. Y creo que ese fue realmente el momento en el que sentí que estábamos hablando mucho más sobre cosas de carreras, pero también sobre asuntos privados y una especie de intercambio de experiencias, si eso tiene sentido”

Cuando Mick pasó a la Fórmula 2, corría en los mismos circuitos durante los fines de semana de los Grandes Premios, por lo que podían reunirse más a menudo. Vettel acudió a ver el primer test de su compatriota en un monoplaza de Ferrari, en Bahréin, Y también se encontraron habitualmente en Maranello, ya que Vettel seguía siendo el número uno de Ferrari, mientras que Mick ya se encontraba en la Academia de la escudería.

De hecho, en Haas valoran la intervención de Vettel en el desarrollo de su piloto, como lo afirma Simone Resta, técnico de la escudería estadounidense, que trabajó en Ferrari tanto con Michael como con Vettel: “Mi impresión es que para él Sebastian es como un mentor. Como un hermano mayor que en cualquier momento, cuando Mick tiene algo que pedir, puede ayudar, sin dejar de ser un competidor en la pista”.