2022 fue un año que marcó a la Fórmula 1 gracias al cambio de reglamento que llegó para “igualar” a los equipos con carros que pudieran adelantarse más y no dependan exclusivamente de la potencia. Y si bien las primeras carreras tuvieron a Ferrari y Red Bull luchando palmo a palmo e, incluso, se insinuó que Mercedes se sumaría a la lucha, lo cierto es que Max Verstappen va derecho al bicampeonato sin oposición.

De todas formas, lo curioso es que en lo que va de la temporada, la Ferrari de Charles Leclerc se quedó con la pole position en ocho de las dieciséis carreras. Incluso, logró seis en las primeras ocho fechas con cuatro consecutivas. Pero Leclerc apenas ganó tres Grandes Premios, mientras que Verstappen lleva once triunfos.

Por eso, Mika Hakkinen, campeón de la categoría en 1998 y 1999, analizó lo siguiente: “Este fin de semana es un buen ejemplo de cómo va esta temporada: Charles obtuvo la pole, pero Max ganó la carrera. El Ferrari de Charles es rápido, pero Max en cuanto a su ritmo de carrera es demasiado rápido y constante, el coche es muy rápido en las rectas y no tiene problemas para adelantar. Lo vimos en Bélgica, donde ganó desde la posición 14 en la parrilla. En Monza, pudo hacerlo desde P7, mientras lo hacía parecer fácil”, explicó.

Si bien el Ferrari se mostró competitivo en toda la temporada, los constantes errores de sus pilotos, pero en mayor medida de sus ingenieros y estrategas, hicieron que la diferencia a esta altura sea prácticamente irremontable. “Como piloto, quieres un coche que sea rápido en la carrera y no un coche en una vuelta. Max ha ganado todos los Grandes Premios desde Francia y Red Bull tiene una ventaja real. Espero que él puede celebrar su segundo título mundial en Singapur o Japón