El Gran Premio de Estados Unidos ofreció una carrera emocionante que tuvo de todo desde el inicio. Uno de los protagonistas de la cita fue el español Fernando Alonso que, con 41 años, todavía da muestras de su talento al volante y cómo la experiencia puede más, aún contando con un carro que no está en el más alto nivel.

Se corría la vuelta 21 cuando Alonso quiso superar al Aston Martin de Lance Stroll (casualmente el canadiense será su compañero en la próxima temporada) cuando este último se movió de su línea cuando intentaban superarlo, lo que ocasionó que el Alpine del ibérico se elevara por los aires e impactara contra el muro. Esto le originó daños en el carro que lo obligaron a ir a boxes, pero no le impidieron continuar, remontar y finalizar séptimo en la carrera. Stroll, por su parte, abandonó.

Pero la proeza de Alonso ante tantos obstáculos terminó en la nada, ya que en una decisión post carrera (ya en la madrugada europea), la FIA decidió sancionar con treinta segundos al español por conducir un auto inseguro. La sanción se aplicó por un reclamo de Haas ante los carros de Checho Pérez y el mismo Alonso, pero la FIA solo dio lugar al reclamo por el Alpine.

Cabe destacar que la normativa de la Fórmula 1 obliga a los pilotos a retirar el carro (o llevarlo a boxes) si se considera que el monoplaza no está en condiciones aptas para ofrecer integridad física tanto al piloto que lo conduce como al resto de la parrilla. En este caso, un espejo retrovisor del carro de Alonso quedó suelto tras el impacto con Stroll y terminó desprendiéndose en un intento de sobrepaso al Haas de Kevin Magnussen. De ahí el reclamo de la escudería estadounidense.

De todas formas, Alpine apeló la decisión ya que, no solo el reclamo de Haas se hizo fuera de tiempo (media hora después del tiempo límite), sino que presentó numerosos antecedente en los que no se sancionaron situaciones similares (por ejemplo, el Gran Premio de Japón 2019 en el que Hamilton corrió sin un espejo y no le comunicaron infracción alguna). Además, el principal motivo de la apelación de Alpine es que los mismos comisarios debían haberle mostrado la bandera negra y naranja (la que indica que vaya a boxes a reparar el auto o retirarlo) pero nunca lo hicieron.