Barcelona vivió uno de sus años más turbulentos en su historia. La salida de Lionel Messi del club, el cambio de directiva, la crisis institucional y económica fueron motivos suficientes para que el equipo dentro de la cancha no obtuviera los resultados esperados y fracasara tanto en LaLiga como en la Champions League.

Ahora, bajo el mando de un ídolo del club como Xavi Hernández, parece haber encontrado de nuevo su identidad y su estilo de juego, pero a nivel europeo parece faltarle. La derrota en un Camp Nou lleno de alemanes ante Eintratch Frankfurt lo dejó afuera de la única posibilidad de títulos en la temporada y, además, con la obligación de hacer un buen papel en LaLiga para volver a la Champions la temporada que viene.

Si el club azulgrana quiere estar en la próxima edición del máximo torneo europeo tendrá que quedar entre los cuatro primeros de LaLiga. A día de hoy el Barça es segundo, tras un gran sprint desde el arribo de Xavi, y le quedan ocho partidos ligueros para lograr su objetivo.

Además, otro de los objetivos del conjunto catalán es el de estar en la próxima edición de la Supercopa, que la disputan los dos primeros de la competencia liguera y el campeón y subcampeón de la Copa del Rey. Si el Barcelona quiere estar allí, no deberá perder el segundo puesto que alcanzó en LaLiga la pasada jornada con el triunfo ante Sevilla.

Con el contexto actual Valencia, Betis, Barça y Madrid participarían en la próxima edición. El Barça afronta una recta final de temporada con pocos alicientes. El conjunto de Xavi ya no puede ganar ningún título esta temporada pero mantiene el gran objetivo de la temporada: estar la próxima temporada en la Liga de Campeones.