En el Barcelona ya han puesto la cruz a Ousmane Dembélé. Llevaban meses detrás del francés, ofreciéndole la posibilidad de renovar su contrato, pero el francés siempre había encontrado la manera de esquivar sus ofertas.

Si bien la intención del delantero fue continuar en el el club catalán, a la hora de negociar no había forma de ponerse de acuerdo con las cifras del contrato y, finalmente, desde la dirigencia se hartaron. Ahora, según parece, no hay intenciones de seguir con el tema desde el lado de la institución.

En el club ya están cansados del tema. No están dispuestos a llegar a las pretensiones económicas del jugador y, mucho menos, a cumplir con las exigencias de su agente, en forma de prima de renovación. Y, por si había alguna duda, Xavi ya se ha encargado de disiparla con su no convocatoria para Bilbao.

Entienden que el francés, uno de los futbolistas más caros en la historia del Barcelona, está bien pagado. También que desde el club se ha sido benevolente con su rendimento irregular, sus lesiones recurrentes y su tendencia a la dispersión, sobre todo fuera del terreno de juego.

El delantero galo de 24 años llegó a las filas del Barcelona en 2017 desde el Borussia Dortmund por una cifra cercana a los 145 millones de euros, récord para el club español. El monto se pagó en gran parte por los beneficios que obtuvo Barcelona con la venta de Neymar Jr. al Paris Saint-Germain.