De mala o incluso decepcionante, pudiera verse la temporada del Sevilla, pues los andaluces eran favoritos a todo y ahora mismo, a menos de un mes de acabar el calendario regular, no tienen nada.

Sin embargo, nada es en blanco y negro, no, todo tiene matices y entonces lo hecho por Julen Lopetegui y su grupo, adquiere ribetes épicos, como si de una clásica novela de caballería se tratara.

Entre lesiones, los descensos lógicos en el rendimiento durante una temporada tan larga y desgastante, con Champions, Copa del Rey y Liga; hasta llegar a la noticia de esos audios desclasificados de la Federación Española donde se deja entrever que no da negocio tener a Sevilla como segundo; en medio de todo eso, que sean terceros hoy es como para enmarcar en ribetes dorados lo hecho por el equipo.

La garra

Entrando en contexto, tenemos que con su victoria de la última fecha ante el Levante, 3-2, los de Lopetegui llegaron a 63 puntos y temporalmente empatan en segundo lugar con el Barcelona, que tiene mejor gol average y un juego menos que los sevillistas.

Lo más importante del resultado fue que este se combinó con la derrota del Betis, quinto de la tabla y entonces con cinco fechas por jugar, la diferencia de seis puntos entre ambos le acerca al Sevilla otra vez la posibilidad de estar otro año en Champions.

Con quince puntos por disputar y un gol average de +6, el Sevilla necesita 9 puntos para asegurar al menos la cuarta plaza y por ende su tercera temporada consecutiva en Champions.

Y lo tiene a mano, Julen Lopetegui lo tiene a mano, con tres importantes partidos en casa, Mallorca, Cádiz y Athletic; un contexto hecho a su medida, quizás como una justa recompensa.

Metiendo pecho

Volviendo al último juego ante el Levante, un choque de visitante en el Ciutat de Valencia, tenemos un clásico guión de Lopetegui, mucha presión en el medio campo, férreo trabajo defensivo y  buscar la magia de los delanteros.

Y Lopetegui le pedía goles al Tecatito Corona y Jesús le dio dos, como para no dejar dudas y ayudar a su nuevo equipo a ganar fuera de casa 105 días después.

Los goles del mexicano Corona y de Jules Koundé, sellaron el triunfo para el Sevilla,3-2 y Lopetegui recuperó la magia.

Y hay mística y honor y si se quiere, coraje, para decirlo bonito y eso lo saben todos, el récord de puntos para el club en el torneo doméstico está en la mira, hablamos de 77 unidades y aunque algo se ve algo distante, no parece imposible.

La misión

Más allá de todo, regresar a la Champions otra vez, será el gran premio y es por lo que han trabajado en el club, como lo deja ver Lopetegui en cada rueda de prensa; entonces, cuando ese momento mágico llegué, solo nos restará aplaudir.