Los esports crecen exponencialmente año a año, y es cuestión de tiempo para que comiencen a compartir cancha con los deportes tradicionales en algunos eventos masivos. Uno de los escalones finales serían los Juegos Olímpicos, y aunque para eso falta trabajo, hay varios actores de la comunidad empujando para que eso suceda.

El rumano Vlad Marinescu, presidente de la IESF, quien además es presidente de la Federación de Esports de los Estados Unidos (USEF) y Director General de la Federación Internacional de Judo (IJF) se encuentra de gira por Latinoamérica, y este miércoles se reunió en Argentina con algunos de los representantes del deporte tradicional que tienen relación con los eSports, para comunicarles el esfuerzo de la IESF para que sean considerados una disciplina olímpica.

“Creo que los Juegos Olímpicos siempre fueron la más alta expresión de deporte. Tenés personas que trabajan duro toda su vida para ser los mejores del mundo, y creo que hay una parte de la comunidad que quiere ser parte de eso. También hay una parte que no le interesa”.

“Nuestra comunidad es muy joven, y quizás no entienden lo que los Juegos Olímpicos significan. Pero creo en los valores olímpicos. Los valores de amistad, unión. Ser más rápido, más fuerte, más inteligente representan los valores de cualquier comunidad de un deporte. Y los eSports también”, declaró ante la prensa.

Los esports dieron un gran paso en su camino a ser olímpicos durante los Juegos Asiáticos de 2018, donde fueron incluidas seis disciplinas, pero no repartieron medallas oficiales sino que formaron parte de una exhibición: Hearthstone, Pro Evolution Soccer, Arena of Valor, Clash Royale, Starcraft II y League of Legends.

Durante 2022 se celebrarán en Hangzhou, China, habrá ocho categorías de esports y esta vez si repartirán las preseas: Dota 2, Dream Three Kingdoms 2, Honor of Kings, FIFA 22, Heartstone, League of Legends, Peacekeeper Elite y Street Fighter V.

Otro hito importante fue la celebración de la Olympic Virtual Series, una competencia previa a los JJOO de Tokio 2020 que buscó unir el deporte tradicional y los esports, pero no de la manera esperada por quienes forman parte de los deportes electrónicos, ya que se incluyeron solo simuladores, y no videojuegos como League of Legends, Counter Strike u otros similares. En su lugar hubo competencias de Gran Turismo, Remo virtual, ciclismo virtual y eBaseball Powerful Pro Baseball 2020.