El jardinero Aaron Judge de los Yankees de Nueva York está produciendo una de las mejores temporadas individuales en la historia del béisbol. Está persiguiendo el récord de la franquicia por Roger Maris de 61 jonrones y jugando un jardín central estable. Últimamente, mantiene casi sin ayuda al equipo de más alto perfil del deporte en la cima del Este de la Liga Americana en medio del colapso colosal de sus compañeros de equipo.

Shohei Ohtani el jugador de los Angelinos de los Ángeles que lanza y batea está produciendo la temporada bidireccional más dominante (o la segunda más dominante en la historia del béisbol, si es la segunda, luego de él mismo). Está bateando más del 50% mejor que el bateador promedio de las Grandes Ligas, y está lanzando más del 50% mejor que el lanzador promedio de las Grandes Ligas. También está haciendo ambas cosas en cantidades notables: está en ritmo para liderar a los Angelinos en entradas, y lidera fácilmente al club en apariciones en el plato. De hecho, lidera a los Angelinos en todas las categorías estadísticas notables.

A pesar de sus esfuerzos, uno de los dos hombres no ganará el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana 2022. Esta injusticia ya ha provocado mucha discusión, y seguramente continuará durante las próximas semanas, si no años.

Una tarde de noviembre, cuando finalmente se anuncien los resultados de la votación, los fanáticos de un lado u otro seguramente estarán furiosos.

No hay un antídoto obvio para esa ira disponible a tiempo para esta temporada de premios, pero vale la pena preguntarse si existe una solución a más largo plazo que permita que un jugador como Ohtani sea debidamente honrado por su éxito único mientras se adapta a los años destacados de otros jugadores.

Un camino que muchos suelen proponer en redes sociales es que podría ser la creación de algún tipo de honor al Bateador del Año. Llámalo Platinum Slugger, llámalo como quieras, pero haz que sea más especial que los nueve bateadores que ganan Silver Sluggers por liga, al igual que Platinum Glove para los nueve Gold Gloves de cada liga anualmente.

Major League Baseball podría dejar que los miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de América decidan el ganador, como se hace con el Cy Young. O podría ser determinado por el voto de los fanáticos, como se hace con el Guante de Platino. Eso podría despertar un interés adicional.

Pero se olvidan que ya existe el homólogo al Cy Young: Hank Aaron. El premio Hank Aaron premia precisamente al bateador del año.

Entonces se argumentará, pues un premio al mejor jugador en dónde pueda reconocerse casos como el de Ohtani. Pero  también se tiene al ‘Player of the Year’ (Jugador del Año de MLB).

En realidad no se necesitan más premios. Y cada uno tiene sus objetivos claros. Pero los votantes, fanáticos y en general seguimos sin comprenderlos. Lo que provoca todo el mar de inconformidad, debates y propuestas.

Algunos entienden Judge sería la opción obvia para el Bateador del Año, y Ohtani tendría una mejor oportunidad de ganar su segundo MVP consecutivo. Otros sostienen, que habría que crear honores especiales para Ohtani y que el Juez es el auténtico Más Valioso de la temporada.

El año pasado, Vladimir Guerrero Jr. de los Azulejos fue sin dudas Bateador del Año. Ohtani ganó el MVP. Alrededor de esta época el año pasado, un ejecutivo de la liga dijo voluntariamente, a propósito de nada, que se sentía terrible por Guerrero.

Nadie sabe cuánto tiempo Ohtani podrá mantener este éxito sin precedentes. Pero lo mejor para el deporte es reconocerlo mientras dure sin perder de vista otras temporadas destacadas.

Lo que Ohtani hace es único y seguirá siendo único al menos durante el resto de su mejor momento. Pero no debemos mezclar peras con manzanas.

El Más Valioso se trata del que más contribuye. La temporada de más valor. No importa posición del equipo, posición o de qué manera vengan esas contribuciones. No es sobre lo singular. Es sobre cantidad.

Esa singularidad atrae la atención de todo el mundo. Logra eclipsar a los jugadores que hacen solo la mitad de lo que Shohei hace por lo peculiar. Pero la gente continúa pasando por alto otros aportes defensivos, que no sea el lanzar. Judge no solo batea, al igual que Ohtani defiende (solo que uno lo hace lanzando y otro con el guante).

La inquietud de muchos sobre un nuevo premio sería una forma de garantizar que el deporte comercialice a todo el universo de jugadores mientras reconoce casos como el de Ohtani y todos puedan estar más conformes. Aunque con las premiaciones difícil que se logre consenso. Al final es parte de la diversión detrás de estos concursos.

Este año, está surgiendo otra posible solución a esta situación. Dos de los principales candidatos al Cy Young de la Liga Americana, Shane McClanahan de Tampa Bay y Justin Verlander de Houston, sucumbieron recientemente a una lesión. Ambos podrían estar de regreso antes de que finalice la temporada, pero Ohtani tiene una oportunidad incipiente de adelantarlos. Su principal competencia restante podría ser Dylan Cease de los Medias Blancas.

Quizás Ohtani podría ganar su primer Cy Young mientras Judge gana su primer MVP. Ha lanzado lo suficiente, y lo suficientemente bien, como para que esa sea una posibilidad realista.

Ohtani no va a acercarse a su total de jonrones o bases robadas de hace un año, pero está superando su efectividad y su total de victorias. También está lanzando más fuerte. Sí, ha lanzado en un calendario de rotación de seis hombres durante toda la temporada, lo que ha dificultado su acumulación de entradas, pero el resto del deporte está operando cada vez más con arreglos similares. La mayoría de los abridores de élite tampoco llegan a 30 aperturas por año.

A partir de ahora, parece más probable que Judge gane el MVP que Ohtani. Es difícil cuestionar eso. Ha llevado su club. La única pregunta es: ¿No puede haber alguna forma de canalizar los honores en ambas direcciones?