Entonces se le acercó Pedro, y le dijo: “Señor, ¿Cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces?” Jesús le dijo: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete” (Mateo 18. 21-23). El que detiene el castigo a su hijo aborrece, mas el que lo ama, desde temprano lo corrige (Proverbios 13:24).
El día que Juan Vené insinuó que David Ortiz era un delincuente.
Si el Salón de la Fama se respeta, Alex Rodríguez nunca debería de entrar al nicho de los inmortales. El dominicano estuvo estrechamente ligado al uso de las sustancias y no importa el trabajo de imagen que haya hecho en su vida post retiro, el mal ejemplo que dejaría exaltar a uno de las mayores desilusiones de todos los tiempos sería inmenso.
Primero en 2009, Sports Illustrated reveló que el nombre de A-Rod apareció en una lista de peloteros que fallaron un control de dopaje por anabólicos y testosteronas del año 2003. Más tarde en 2014, el nacido en Nueva York recibió la suspensión más larga para aquel entonces por su vinculación deplorable con el escándalo de biogénesis, el probablemente mayor de todos en la historia moderna del deporte profesional de los Estados Unidos.
Si bien es cierto que Rodríguez ha mejorado mucho su imagen tras su extraña y forzada salida de los Yankees de Nueva York, esto no debe eximirlo de culpa ni librarlo de su castigo. ¿El perdón? Ya lo recibió, seguir vinculo a los Bombarderos como asesor, trabajar en televisión relacionada al béisbol y participar en un montón de eventos ligados al deporte, ¿Pero de ahí a ser electo para Cooperstown? No parece razonable.
En múltiples ocasiones se ha presentado quejas y descontentos en base a la doble moral de los electores, puesto que exigen un componente ético a los elegibles, pero no son más condescendientes con estos jugadores que a lo mejor no completan por poco el 50 o el 70 de WAR vitalicio, pero que fueron todo el tiempo unos caballeros dentro y fuera del terreno, sin colas, sin tacha, sin sombras ni pulgas positivas. ¿Alguien pudiera decirnos qué mal hizo Kenny Lofton, 68.4 de bWAR, que no ha sido considerado para Cooperstown? ¿Y será verdad que Alex Rodríguez se convertirá en el primer jugador abiertamente ligado a los esteroides en entrar al pabellón soñado?
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Hay muchas preguntas y pocas respuestas, pero si el Salón de la Fama se respeta, el 13 de Rodríguez nunca debería reposar para siempre en este selecto club de exjugadores que han de servir como modelos a la nuevas generaciones de atletas.