Sandy Alcántara (7-2, 1.72 de efectividad) se ha convertido en un caballo de batalla con un arsenal moderno y un enfoque retro. Durante los primeros dos meses de la temporada, ningún lanzador en el béisbol ha durado más en los juegos, con mejores resultados que Alcantara. A los 26 años, se ha convertido en el as de los Miami Marlins, mientras crea un caso para comenzar el Juego de Estrellas el próximo mes en Los Ángeles.
Después de una joya de ocho entradas y dos carreras en Citi Field el domingo, Alcántara completó la séptima entrada por octava salida consecutiva y mejoró su posición en la cima de la clasificación de la MLB. Ha registrado 99.1 entradas en 2022, ningún otro lanzador ha llegado a los 90. Esas entradas de Alcantara son de alta calidad. Lideró a todos los lanzadores en victorias por encima del reemplazo, según Baseball-Reference. Solo el lanzador de los Dodgers, Tony Gonsolin (1.42 de efectividad) y el abridor de los Padres, Joe Musgrove (1.59), habían registrado mejores efectividades. Alcantara había lanzado 20.1 entradas más que Musgrove y 36 más que Gonsolin.
En una era en la que los lanzadores abridores a menudo salen después de cinco entradas, en un momento en que los equipos intentan maximizar la eficiencia de los brazos limitando la exposición repetida, Alcantara recuerda una época más simple. Es uno de esos muchachos que quiere terminar lo que comenzó. En sus 14 aperturas esta temporada, pasó la tercera vuelta a la alineación.
Ha mantenido a los bateadores en un OPS de .567 a primera vista. En su tercera vez, solo mejora, con un OPS de .526 en su contra. “Su habilidad para volverse más fuerte a medida que avanza el juego es bastante notable”, dijo el receptor Jacob Stallings .
Va en el octavo y está alcanzando las 100 mph y parece que está jugando a atrapar. Todo parece fácil para él. Su camino desde los juegos callejeros de Azua hasta las mayores no fue fácil. Alcantara creció con 10 hermanos y hermanas. Cuando tenía 11 años, sus padres lo enviaron a vivir con una de sus hermanas en la capital de Santo Domingo, a unas dos horas de casa, para que pudiera estudiar mientras jugaba béisbol. Los Cardinals lo firmaron a los 16 años. Para completar su estructura de 145 libras, golpeó las pesas mientras se atiborraba de una dieta de mangú, plátanos y arroz.
Alcántara debutó con los Cardinals en 2017. Tenía solo 21 años. Ese invierno, St. Louis le ofreció un paquete para el jardinero de los Marlins, Marcell Ozuna. El intercambio se convirtió en una recompensa para Miami. El acuerdo también incluía al prospecto de pitcheo de los Cardinals, Zac Gallen, quien más tarde sería cambiado a Arizona por el jugador de cuadro Jazz Chisholm Jr.
En 2022, el titular promedio dura un poco más de cinco. Alcantara ha promediado siete entradas por apertura. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, prioriza la preservación al principio de los juegos.
“Si comienzas el juego usando todo tu velo, tal vez te canses en la tercera entrada, tal vez en la quinta”, dijo Alcántara. “Pero yo no soy así. Me gusta empezar el juego agradable y fácil, relajarme un poco. Después de la quinta entrada, tengo que usar todos mis poderes”.
Puede adoptar este enfoque porque su arsenal es explosivo y expansivo. Su slider a menudo se registra en los 90 bajos. Su cambio es aún más firme. La velocidad promedio del lanzamiento ha sido de 91.8 mph. A pesar de estos dones, los evaluadores rivales lo han catalogado como el abridor No. 2, en lugar de un verdadero as, porque carece de un devastador lanzamiento de poca velocidad para abatir y fallar. Alcantara ponchó a 201 bateadores en 205.1 entradas la temporada pasada. El abridor de los Cerveceros, Corbin Burnes , ganador del premio Cy Young de la Liga Nacional, abanicó 234 en 167 cuadros. En lugar de perseguir ponches, Alcántara busca el contacto suave.
Alcántara está ponchando a sus oponentes al mismo ritmo este año. Pero ha hecho ajustes sutiles para desarmar a los bateadores. Bajo la tutela del entrenador de lanzadores Mel Stottlemyre Jr., aumentó el uso de su bola rápida de cuatro costuras y redujo su sinker.
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