El lanzador cubano Raisel Iglesias se confesó en una entrevista para el portal Pelota Cubana, hablando un poco sobre diversos temas que le atañen en este momento de su carrera, otros más antiguos y su futuro.

En él dejó entrever cómo ha sido su estancia hasta ahora en el mejor béisbol del mundo y lo que espera que siga siendo su transitar en la pelota rentada de los Estados Unidos.

La preparación no ha cambiado

La tertulia con Iglesias abrió con el tema de su entrenamiento como el eje principal. Al respecto, el oriundo de la Isla de la Juventud aclaró que se encuentra realizando exactamente la misma preparación que en años anteriores, alegando que eso es lo que le ha dado los buenos resultados obtenidos en el pasado.

Con relación a su estadía de 6 años en los Rojos de Cincinnati, manifestó que aunque tuvo años bastante positivos en aquel equipo, no se le reconoció como él hubiera querido. Sin embargo, siente que en el 2021 con los Angelinos de Los Ángeles, las cosas fueron diferentes.

“Estoy agradecido del año que tuve… La prensa me reconoció bastante. Prácticamente a última hora fui llamado al Juego de las Estrellas, pero no quise ir porque ya estaba en casa compartiendo con mi familia”.

Dificultades en su nuevo equipo

Además de exteriorizar lo complejo que fue adaptarse a nuevos compañeros y nueva ciudad, Raisel Iglesias habló sobre lo que a su juicio, es el talón de Aquiles de los Angels:

“Al equipo de los Angelinos siempre le ha faltado pitcheo, ya sea en la rotación o en el bullpen. Antes la gerencia traía más jugadores de posición que lanzadores, pero ahora está siendo al revés”.

Un mensaje a la juventud

Al ser cuestionado sobre cuál ha sido la clave de su éxito y qué le diría a los que recién comienzan su camino en la MLB, El Ciclón expresó: “Los jóvenes cuando llegan a este nivel deben prepararse bien. Deben mantener su cuerpo en un estado atlético y continuar trabajando. Ya habrá tiempo de ir a una discoteca y de compartir con la familia”.

Entre sus metas para el 2022 está el salvar por primera vez 40 juegos en una temporada, asistir a un Juego de Estrellas (por mérito y no por invitación) y clasificar a los playoffs con el equipo angélico.

Cerró la plática confesando que después de 6 años en Cincinnati, el club al que tenía en mente ir era este y así se lo hizo saber a su representante: “Tuve ofertas de varios equipos, pero le dije a mi equipo de trabajo que era Anaheim hasta última hora y que si no se daba entonces analizaríamos otras opciones”.

Acá tienes la entrevista completa (clic aquí)