Julio Rodríguez divierte, produce y asombra.  De seguir así, concentrado, enfocado, podrá convertirse en esa gran figura ofensiva que Seattle busca desde los tiempos de Ichiro.  ¿Podrá lograrlo? Sólo el tiempo lo dirá.

Con su ingreso tan joven al club de los 20 jonrones y las 20 bases robadas se vislumbran cosas grandes.  Una de ellas es estar en el club de los 30-30.

Rodríguez  ha dicho a lo largo de la temporada que no se pone límites. Le quedan sólo 38 juegos para conectar 10 jonrones más  y robarse otras siete almohadillas para unirse así al más exclusivo club de los 30-30. ¿Podrá hacerlo?

“Bueno, todavía nos queda algo de tiempo”, contestó J-Rod con una sonrisa a los reportes de Seattle. “Quizás”

Eso se llama tener optimismo, pero entendemos que la tarea es difícil. Por lo menos para este 2022.

Vayamos a los números.

Rodríguez amanece este jueves con una línea ofensiva de .271/.328/.475, aunada a 20 estacazos en 417 turnos al bate.  ¿Qué quiere decir esto? Eso quiere decir que conecta un jonrón cada 20 turnos, para redondear.  Si está presente en los 38 juegos que quedan hablamos de consumir un total 119 turnos, si tomamos la constante de 3.1 apariciones por juego.

Para lograr los 10 palazos que le faltan para las tres decenas de cuadrangulares, Rodríguez tendría prácticamente que sacarla una vez cada cinco turnos. Eso se ve casi imposible, para este año. Pero ¿y qué tal si ya para su segunda temporada se convierte en un 30-30?

Para este muchacho el cielo es el límite. Esperemos.