Los Padres de San Diego acaban de tocar el olimpo comercial luego de adquirir a Juan Soto, la pieza más cotizada del mercado y que recala en el club contra todo pronóstico. Se trata de un jugador que está llamado a ser una de las caras del béisbol durante varios años y que largo tiempo estuvo en los planes de las principales escuadras. Desde los Yankees de Nueva York hasta los Dodgers de Los Ángeles se interesaron ampliamente en sus servicios, pero a la larga fueron los Frailes los que se llevaron el gato al agua.

Sin embargo, en las últimas horas se supo que otro club estuvo a punto de obtener la firma de La Fiera y se quedó a nada de ponerle su uniforme. Se trata de los Cardenales de San Luis, equipo que de no haber sido por una insólita razón, al menos desde nuestro punto de vista, se pudo haber quedado con uno de los bateadores zurdos más prominentes que hoy puede ofrecer el béisbol de las Grandes Ligas.

Por no entregarlo

Según informa el reconocido comunicador estadounidense Jon Morosi a través de su cuenta oficial en la red social Twitter, los Nacionales de Washington, antigua franquicia dueña de Juan Soto, querían a cambio al jardinero Dylan Carlson. No obstante, los Cardinals no quisieron bajar la guardia e incluirlo en el canje, por lo que al final las negociaciones acabaron rompiéndose.

Diversos rumores afirman que de haber entrado en el paquete de los Pájaros Rojos, Carlson, las cosas habrían fluido entre ambas divisas y el movimiento se hubiera llegado a cabo antes de que llegaran los Padres a finiquitar el asunto.

Cuesta creerlo

Parece increíble que por esta nimiedad aparente los de Misuri se hayan quedado a las puertas de tener consigo a Juanjo, uno de los mejores toleteros de esta época. Aun así, Dylan es un chico de apenas 23 años y bastante talentoso, aunque eso no aparenta ser justicia suficiente para rechazar una oportunidad de este tipo. Quizás lo económico jugó un papel preponderante o los planes de futuro, nadie lo sabe, pero lo cierto es que San Luis casi lo logra y prefirió dejar pasar la chance.