El pasado mes de febrero, el periodista Enrique Rojas informó que antes del cierre patronal, los Nacionales de le ofrecieron al jardinero dominicano Juan Soto una extensión por 13 años y $350 millones de dólares, pero que todos supimos fue rechazada.

Los Nacionales no se quedarían de brazos cruzados y el pasado mes de julio, el insider Ken Rosenthal dio a conocer que le habían realizado una nueva oferta de extensión a Soto por 15 años y $440 millones de dólares, pero nuevamente fue rechazada.

A partir de ese momento, los Nacionales dijeron estar dispuestos a cambiar a su joven superestrella por un paquete de jugadores que cumpla con sus expectativas, por lo que los últimos 15 días han sido una locura, llenos de análisis, ejercicios de cambios y propuestas de la mayoría de los equipos para adquirir al dos veces All Star.

Quedando algunas horas para el cierre de una de las más emocionantes fechas límites de cambios y luego de una puja histórica donde varios equipos estuvieron involucrados hasta el final, el periodista Jon Morosi dio a conocer que el equipo de los Padres de San Diego había conseguido a Juan Soto y Josh Bell.

 

Los Nacionales consiguieron a cambio a los lanzadores McKenzie Gore y Jarlin Susana, al campocorto CJ Abrams y los jardineros Robert Hassell III y James Wood.

¿Por qué todos los equipos quieren a Soto?

Tiene 23 años cuenta con 21 cuadrangulares, 46 carreras remolcadas, 91 bases por bolas y una línea ofensiva de .246/.408/.485. A pesar de su lento inicio es líder en bases por bolas recibidas, tercer en porcentaje de embasarse (OBP) y décimo en OPS en MLB.

A pesar de contar con una actuación histórica en la serie mundial de 2019, dos bates de plata y un título de bateo, se proyecta que lo mejor de él, aún esta por llegar y eso es mucho decir, tomando en cuenta que ha tenido un inicio de carrera legendario, donde cuenta con 119 cuadrangulares, 358 carreras remolcadas y un OPS de .965, entre los mejores de la historia a su edad.

La historia nos dice que este tipo de trato que involucra a una superestrella joven con el talento de Soto, ocurre muy poco, y con eso me refiero a una vez cada medio siglo. Podemos citar, cuando los Medias Rojas de Boston vendieron a Babe Ruth a los Yankees de New York por la suma de $125,000 en 1920. Ocho décadas después, Miguel Cabrera, un futuro miembro del Salón de la Fama, fue cambiado a los Tigres de Detroit por varios prospectos que quedaron lejos de retornar su valor. Ambos casos terminaron siendo una baratija para los receptores de la joven superestrella.

En este caso, los Padres de San Diego apuestan a lo mismo con Soto durante el tiempo que lo tengan en el equipo. Se espera que luego le ofrezcan un contrato legendario para mantenerlo en el equipo por mucho tiempo.