Los Yankees de Nueva York continúan en medio de un complicado bache desde el inicio de la segunda parte de la temporada. En este tiempo los Bombarderos tan solo suman siete victorias, lo que ha provocó perder el primer lugar en la tabla de posiciones de la Liga Americana.

Uno de los hombres con gran peso dentro del lineup, el venezolano Gleyber Torres, al igual que su equipo no encuentra la fórmula para producir de la misma forma que en la primera parte de la temporada.

Después de All-Star Game Gleyber solo suma 15 imparables en 20 juegos, dos cuadrangulares, seis carreras impulsadas, tres boletos, 26 ponches, .181 de promedio ofensivo y línea de (.218 OBP/ .289 SLU/ .507 OPS).

De Caracas, como conoce la afición al venezolano, parece que toma decisiones en el cajón de bateo similares a como lo hizo durante la primera parte de la campaña, todos los números en sus por cientos de swing han sido en gran medida los mismos antes y después del descanso del Juego de Estrellas.

Lo más preocupante de sus números es la baja tasa de boletos que presenta mientras su tasa de ponches se ha disparado considerablemente. Sin dudas estos cambios son alarmantes y pueden influir en su descenso ofensivo junto a sus problemas a la hora de enfrentar lanzamientos de rompimiento.

Desde el descanso de mitad de temporada, Gleyber está viendo muchos lanzamientos lentos y gran parte de ellos en rompimientos, dejando tan solo un .133 de wOBA. Este número es muy preocupante si tenemos en cuenta que en la primera parte del año se encontraba en .341.

Por lo general los lanzamientos con estas características son utilizados para engañar a los bateadores, que suelen tener problemas por contactos débiles o por la combinación de atravesar un mal momento con problemas para seguir el lanzamiento desde que sale de la mano del lanzador, daños que muy probablemente están haciendo efecto sobre Gleyber.

El jugador de cuadro de los Yankees parece estar separando el pie al bajar y el swing que normalmente lleva a cabo, particularmente en aquellos lanzamientos que se quedaron en la zona.

La temporada de Gleyber Torres ha sido oscilante, llena de tramos donde por momentos funcionan algunos parámetros y otros van en caída libre. Por suerte esta segunda parte aún es joven y el jugador de 25 años aún está a tiempo para hacer los ajustes necesarios.