Varios son los peloteros dominicanos que se han adjudicado contratos millonarios en las Grandes Ligas, eso seguro. Sin embargo, son pocos los que han podido sostener una carrera lucrativa durante muchos años y a día de hoy todavía conservan una buena parte de su fortuna.

Tal es el caso de los exbeisbolistas David Ortiz y José Reyes, 2 verdaderos fenómenos del deporte de las bolas y los strikes que por unas cuantas temporadas lograron sacarle partido económico a sus habilidades y que a día de hoy disfrutan de lo que cosecharon con batazos y atajadas.

Tanto el otrora bateador designado de los Medias Rojas de Boston, que fue recientemente inducido al Salón de la Fama de Cooperstown, como el ex de los Mets de Nueva York, comparten un gusto bastante exquisito y costoso.

Ambos son fanáticos de los vehículos de alta gama y han invertido gran parte de su dinero en llenar sus garajes de los más lujosos automóviles que el mercado actual tiene para ofrecer.

Los maquinones del Big Papi y La Melaza

Tanto el hombre que llevó por mucho tiempo el dorsal 34 en los Red Sox como el parador en corto que portaba la casaca número 7 en el cuadro metropolitano, poseen sendas naves de la marca Rolls Royce, una casa británica cuyas piezas de colección pocos se pueden permitir debido a su elevado costo.

En el caso del Big Papi, el suyo es un Rolls Royce Phantom. Un clásico de 5 puertas que posee una verdadera bestia como motor. Lleva bajo el capó un DOHC de 12 cilindros en V de 48 válvulas, el cual le permite alcanzar una velocidad de punta de 250 km/h a pesar de su robusta envergadura. El mismo está valuado actualmente en 440 mil dólares.

Imagen referencial del Phantom de la leyenda de Boston.

Por su parte, José Reyes puede jactarse de un Rolls Royce Wraith, una belleza cuyo motor puede alcanzar los 632 caballos de vapor y su velocidad máxima es la misma que la de la máquina de Ortiz. No obstante, este tiene la particularidad de poder acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4.5 segundos. Su valor de mercado es de unos 343 mil dólares aproximadamente.

El automóvil de La Melaza parece venido del futuro.

Sin lugar a dudas, un placer bastante peculiar que une a estos 2 caballos, el cual pueden costearse gracias a sus logros y hazañas.