Como Dios, a veces reencarnando a Koufax, después a Randy Johnson, luego se mostraba él, así como un híbrido, compuesto por un pedazo de cada uno de esos caballos del montículo hasta llegar a la versión más pura, la del mejor lanzador zurdo de este siglo, para muchos el más grande en general.

Podía ser el renacido, el hombre que regresó de la nieve pero no, era Clayton Kershaw otra vez agigantándose en la lomita como si fuera el llanero solitario.

Unos siete meses después de su última presentación, el estelar zurdo regresó a los diamantes regalando otra joya de pitcheo frente a los Mellizos de Minnessota.

Trece ponches y siete inings perfectos llevaba el as cuando entonces aparece él…

Como un Judas de los diamantes

Para muchos es el Judas del béisbol, para otros una especie de Anticristo y los términos se quedan cortos cuando vemos acciones como las de este miércoles.

Hablando en un tono más terrenal, tenemos que Dave Roberts volvió a hacer de malo de la película.

En el mejor momento cuando no cabían las casualidades y todas las dudas estaban desechas, cuando Kershaw estaba a solo seis outs de lograr la victoria, Dave Roberts hizo de las suyas sacando al as y dejó boquiabiertos a todo.

Y Kershaw ganó pero no supo igual, quedó como a medias y la sensación fue atroz.

Así quedó y si bien llegaron los argumentos, el polémico dirigente fue el aguafiestas de la noche, una vez más.

Roberts rompió el encanto en toda la extensión pues minutos después de la sustitución llegaba el hit de los Mellizos.

Era la épica, la vuelta a casa de la leyenda, el exorcismo de todos los demonios alrededor de Kershaw, que si ya estaba quemado, si no tenía más nada para dar, si el as de la rotación debía ser Julio Urías; había mucho en juego pero Roberts una vez más pensó en él.

La excusa

El estratega aludió a que era parte del plan, dejarlo por unos siete tramos, sobre los 80 pitcheos pues después de tanto tiempo, una exigencias extrema podría ser imprudente.

Al respecto Roberts aseguró que antes de sacarlo, le había preguntado a Kershaw como se sentía y el estelar zurdo le refirió el deseo de lanzar hasta el séptimo.

El propio Kershaw apoyó la decisión aludiendo a que de haber tirado completo hubiera sido desgastante, además no había certeza de si se podía lograr o no el hito.

Como quiera, Dave Roberts dejó con las ganas a los aficionados, mucho más cuando el beneficio de la duda permitía pensar que sí, que Clayton Kershaw estaba como poseído, tocado por los ángeles del béisbol para lograr algo grande.

No es la primera vez

De acuerdo con The Athletic esta  no es la primera vez que Dave Roberts protagoniza un hecho con dichas características, pues en 2016 también sacó al zurdo Rich Hill del box, en el séptimo capítulo cuando encaminaba su juego perfecto.

La fuente asegura además que es el primer director desde 1901 en sacar en la misma entrada, a par de lanzadores que están dando un juego perfecto.

Así es lectores, no fue Kershaw ni los Dodgers quienes se robaron el protagonismo, no, una vez más cuando nadie lo esperaba, Dave Roberts, como un clásico aguafiestas, fue el foco de atención.