Como otro fanático más. El novato venezolano de los Yankees de Nueva York, Oswald Peraza, no tuvo reparos en revelar quién es su ídolo en las Grandes Ligas. Y no se trata de Miguel Cabrera, José Altuve u otro pelotero de su país natal.

En un gesto de humildad y franqueza deportiva, el joven campocorto  dijo en una entrevista que el puertorriqueño Carlos Correa  es la figura a la que ha seguido desde niño en el mejor béisbol del mundo.

A Peraza una periodista le preguntó cuál era el pelotero que él admiraba mientras venía ascendiendo en su carrera. “Carlos Correa”, respondió sin titubear.

Antes de un juego entre Mulos y Mellizos en el Yankee Stadium, Peraza conoció al campocorto boricua de Minnesota. Y no perdió la oportunidad para manifestarle personalmente su admiración.

“Ahorita tuve la oportunidad de pedirle una foto. Y le dije ‘¿sabes? Para mí tú eres mi ídolo”.

El rookie de 22 años incluso confesó que tenía algo de nervios antes de pedirle la foto a Correa. “Él estaba hablando conmigo (durante la práctica de bateo) y yo duré como cinco pitcheos para decirle que se sacara la foto conmigo”, dijo entre risas.

Además, comentó que también admira a otro grandeliga boricua: Francisco Lindor. “En Ligas Menores fui creciendo viéndolos a ellos y de verdad me gusta mucho su forma de jugar”.

 

Oswald Peraza fue protagonista de un hecho histórico junto con tres de sus compatriotas venezolanos de los Yankees, que por primera vez alinearon a cuatro peloteros venezolanos en un encuentro.

Además de Peraza, Gleyber Torres, Marwin González y Oswaldo Cabrera jugaron como titulares en el segundo juego de la doble tanda que los Mulos del Bronx disputaron contra Minnesota el miércoles 7 de septiembre, como parte de la serie de cuatro juegos que NY ganó 3-1 a los Twins.

“Orgulloso que como venezolanos estemos haciendo haciendo historia. De verdad que eso significa mucho para nosotros”, dijo el joven pelotero nacido en Barquisimeto, estado Lara.

Peraza, un infielder que en las Menores era considerado el prospecto número 3 de la organización, es parte de la “sangre nueva” que los Yankees han decidido inyectarle al equipo en esta decisiva parte final de la campaña, cuando las lesiones han sacado del róster a varias de su figuras.

Se caracteriza por su buena defensiva, que combina con contacto y poder al bate. Antes de su ascenso golpeó 19 jonrones y se robó 33 almohadillas en AAA.

En siete juegos con los Yankees, el joven torpedero batea para .278 con cinco hits en 18 turnos al bate. Su primer imparable fue un doblete contra los Mellizos.