Los Bravos de Atlanta han sabido competir en esta temporada 2022 de las Grandes Ligas de una manera muy inteligente. Se podría decir que es de las franquicias que hoy está metida en la pelea y que al mismo tiempo, más adversidades ha enfrentado.

Desde jugadores lesionados que no pudieron ser de la partida durante toda la campaña hasta otros que se bajaron en el camino. Todo eso sin recordar los problemas con la ley de elementos como Marcell Ozuna o la salida de figuras como Freddie Freeman y Joc Pederson.

Con todo y eso, la escuadra se ha mantenido a flote gracias al buen desempeño de los que han quedado en pie más la sapiencia de un dirigente como Brian Snitker, que si bien no es de los más rimbombantes, ha sabido cumplir a cabalidad con su función de llevar a buen puerto la novena que maneja.

Por eso, los Braves cuentan ahora mismo con registro de 93 victorias y 57 derrotas y marchan como segundos en la División Este de la Liga Nacional a 1.5 juegos de diferencia de los Mets de Nueva York, a la vez que paralelamente ya tienen un pie en los playoffs gracias a los cupos que otorga el wild card del viejo circuito.

¿Rotación de 3?

No obstante, hay un nuevo obstáculo con el que tendrán que lidiar los de Georgia en esta recta final de la zafra si quieren revalidar su título de monarcas de la Gran Carpa. Resulta que ante la noticia de la recaída de Mike Soroka y la certeza de que no podrá reincorporarse al equipo tal y como ocurrió en el ciclo pasado y la molestia de Ian Anderson y Spencer Strider en los oblicuos, Atlanta parece que tendrá que afrontar la postemporada con 3 serpentineros.

Estos serían el veterano Charlie Morton, el diestro Kyle Wright y el zurdo Max Fried, hombres que han mostrado un excelente rendimiento durante el presente periodo.

Hay esperanza

En conjunto, este trío de abridores tiene en promedio una efectividad de 3.25 puntos. Además, acumulan 528 ponches y 513.1 entradas de labor. Todos estos son datos que le permiten a los Bravos soñar que con iniciadores, puede volver a hacer historia.