En los Yankees es así, a veces no bastan los buenos números, hay que tener resultados concretos y Aroldis Chapman ha tenido buenos números desde su llegada al Bronx allá por 2017, pero no ha sido suficiente, los resultados esperados no han llegado.

Temporadas de 30 o más salvados, el hecho también de llegar con los Mulos a la mítica barrera de los 300 rescates, pero si hay un culpable de las derrotas del equipo en los últimos años ha sido él, El Misil, pues esos jonrones, 2017, 2019 y 2020, esos batazos lo han marcado como una especie de gran traidor y la afición del Yankee Stadium no perdona esto, es como una marca diabólica que lo persigue desde entonces.

Ascenso y caída

Chapman fue el paño de lágrimas de Joe Maddon en 2016 y si los Cachorros de Chicago ganaron el anillo en esa campaña memorable fue en buena medida gracias al cubano y en este punto es imposible olvidar su labor en aquella Serie Mundial ante los entonces Indios de Cleveland, en particular el quinto juego.

Y el criollo llegó a Manhattan como en su día lo hizo Kid Chocolate, luego de ganar el título mundial de boxeo allá por los años 30 del pasado siglo, deteniendo el tráfico incluso en la Gran Manzana y con Chapman fue así, de cierto modo fue así, era el cerrador del momento en el béisbol y apuntaba a que los Yankees lo tenían todo para ganar la corona 28 pero no, seis años después aún están esperando.

Números

La caída ha sido estruendosa, tal como muestra Baseball- Reference y a los 37 salvados en 2019, se le contrapone los 3 de 2020, para regresar a los 30 rescates en 2021 y al día de hoy, en este minuto mientras escribo, estampar 9 en sus registros.

Quizás el gran reflejo de lo que hablamos este en la efectividad del caribeño, pues de 2,21 en 2019, topó los 3,09 en 2020 para subir a 3,36 en la pasada temporada y ostentar un feo 4,36 este año.

No ha sido el mismo Chapman de Chicago, ni de aquellos años con los Rojos de Cincinnati y sus temporadas de 38 salvados; no y está a las puertas del despido, de irse a la francesa, sin decir adiós.

No es casual

Ya días atrás Jon Heyman había dejado entrever la posibilidad de que los Yankees lo cortaran para la postemporada y en días recientes, el prestigioso Joel Sherman también reafirmó la posibilidad; la misma que cobra total sentido si tenemos en cuenta que este es su último año de contrato.

Lo deportivo pudiera influir, pero tal vez el factor psicológico, la presión de la fanaticada, el peso de la camiseta y hasta la falta de gracia con los directivos, tal vez esto sea lo que este poniéndole fin a la etapa de Aroldis Chapman en Nueva York.

Desde los años del gran Orlando Hernández allá a finales de los años 90 y comienzos de los 2000, un cubano no triunfa verdaderamente en los Yankees de Nueva York y sus anillos de Serie Mundial así lo refrendan; después llegó José Ariel Contreras y no pudo hacerse justicia y si Néstor Cortés Jr está dejando números impresionantes llegando a la decena de triunfos en esta zafra, todavía el camino es largo para hablar al respecto.

Chapman se irá, es la realidad, cuando el río suena es porque piedras trae y las casualidades ante los hechos concretos, las casualidades quedan para mostrarnos la verdadera intención, el despido…el cubano debía llegar para ganar, pero fracasó.