Para la afición de los Cardenales de San Luis esta es probablemente una de las temporadas más alegres y a la vez más tristes que han vivido en los últimos años. Por un lado está el placer de disfrutar de 2 leyendas como Albert Pujols y Yadier Molina al mismo tiempo, y por el otro el peso que genera en la conciencia el saber que al finalizar el calendario dirán adiós.

El retiro de 2 hombres que hicieron historia con la franquicia embarga entre la añoranza y la melancolía a una afición que celebra cada batazo, jugada y acción de ellos sabiendo que dentro de unos meses no volverán a ver eso jamás, al menos no viniendo de ellos.

Hace unos días a Albert Pujols lo atraparon intentando robarse una base y lejos de causar molestia en las gradas, la gente se lo tomó a risa, ya que a las estrellas de ese calibre, todo se les celebra y perdona. Hoy fue el turno de Yadier Molina, pero a diferencia del dorsal 5, él sí logró hacerlo con éxito para delirio y locura del Busch Stadium.

Nadie lo esperaba

Si bien es cierto que Yadier Molina es muy conocido por tener varias habilidades, principalmente defensivas, no es menos verídico el hecho de que una de ellas no es la velocidad. Como todo receptor, es un hombre pesado y lento. Exactamente, mide 1.80 y pesa 102 kilogramos según datos oficiales de la MLB, lo que indica que correr las bases no es lo suyo, y menos a los casi 40 años.

Aun así, aprovechando un despiste del lanzador derecho de los Cascabeles de Arizona, Corbin Martin, se aventuró con un compañero corriendo en la tercera base a correr hasta la intermedia, y para sorpresa de todos llegó a salvo.

El hecho generó risas en los presentes, incluido el careta boricua, quien no podía creer lo que había logrado hacer. En su carrera de casi 19 años en Las mayores esta es la almohadilla número 70 que consigue hurtar, siendo la lejana zafra de 2012 donde más cojines robó con 12 en 15 intentos.