Los Mets de Nueva York tomaron recientemente en decisión colocar en asignación al segunda base de jerarquía, Robinson Canó, y que luego de pasar por una semana, ya es libre para firmar con cualquiera de los 29 equipos que restan de las Grandes Ligas.

No es para nadie un secreto, la figura que ha sido Robinson Canó desde que llegó a las Grandes Ligas y se ha mostrado como uno de los caballos de batalla dentro de la gran carpa, sin embargo, corrió el riesgo que muchos tienen como tentación, el cual fue tomar sustancias para mejorar el rendimiento y eso le causó una suspensión para luego volver y firmar con los de Queens en el Citi Field.

Sin embargo, los números de Robinson Canó, el ex jugador de los Yankees, Marineros y Mets de Nueva York esta temporada no han sido para nada salvables en pro de dejarlo bien parado para cualquier equipo de Grandes Ligas. Sin embargo, hay que recordar que los Mets de Nueva York le adeudan a él 45 millones de dólares por su contrato, el cual era hasta 2023.

Robinson Canó hasta ahora batea un promedio vitalicio de .302 con 335 cuadrangulares y 1305 carreras empujadas, además de un promedio de embasado de .842.

En la temporada, estaba bateando un promedio de .195 antes de ser cortado por los Metropolitanos.

Lo que dijo su padre.

El padre de Robinson Canó, José Canó, como buen padre, habría defendido a su hijo aseverando que él está haciendo lo mejor que puede para lograr su cometido, que es que lo vuelvan a firmar organizaciones en Grandes Ligas y que, aun así, no le haya confesado cuáles son los equipos interesados en el jugador, él segunda base le reveló a su padre que en realidad hay nueve organizaciones detrás de la firma del pelotero dominicano.

Aseveró también que es normal que las decisiones que se ven en los equipos de la MLB sean así por el simple hecho de que “ellos son los que pagan” y que si te necesitan, saben que ahí vas a estar, mientras tanto, no debe bajar la guardia y esperar a que uno de los más grandes en el béisbol organizado lo llame para hacerse con un contrato de fuerza mayor.

¿Será que a Robinson Canó le pasó factura lo de los esteroides?