Tal vez Russell Westbrook encuentre su ritmo dentro del contexto de esta lista de los Lakers llena de miembros del Salón de la Fama y encuentre una manera de lograr este equilibrio que, en el primer partido pareció casi imposible de lograr.

Los Lakers cayeron 114-121 ante Golden State en el Staples Center en la noche inaugural en la que Westbrook terminó con ocho puntos en 4 de 13 tiros (0 de 4 de tres), cinco rebotes, cuatro asistencias, cuatro pérdidas de balón y una calificación de menos-23, la peor del equipo, en 35 minutos.

Aparte de las pérdidas de balón, que Vogel atribuyó a que Westbrook era demasiado desinteresado en ocasiones, el nuevo All-Star de los Lakers parecía estar fuera de lugar en la ofensiva, incapaz de terminar en el aro o en sus pocos tiros en salto. Tampoco pudo intentar un triple, destacando los problemas de espacio que muchos proyectaron cuando firmó con los Lakers. Tres de sus asistencias llegaron en pases de swing a Kent Bazemore para triples abiertos, y la cuarta llegó en un globo de transición a DeAndre Jordan.

Después de una pretemporada de 23 pérdidas de balón / 20 asistencias que fue una señal de advertencia de Westbrook si alguna vez hubo una, hay una tendencia aquí que deberá cambiar si este equipo quiere regresar a la cima de la montaña de la NBA.

Westbrook es inservible sin el balón en la mano y ayer lo demostró, con James a su lado deberá urgentemente buscar mejorar su juego sin el balón pues en un equipo con LeBron y Davis no gastara el 35% de la posesiones de su equipo como en el pasado.