Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, pero tres años después de haber dirigido a la selección dominicana de baloncesto en el Mundial de China, allá por 2019, Néstor “Che” García es un tipo mucho más curtido en el universo del básquetbol y que además conoce bien las capacidades del plantel dominicano.

De igual modo, adentrándonos más en el meollo del asunto, aquella primera etapa del argentino con el elenco quisqueyano durante la justa del orbe en suelo asiático fue memorable; victorias memorables ante Alemania y Jordania para un histórico pase a segunda ronda y la idea de que con “Che” García, Dominicana podía aspirar a más, a mucho más, pero Néstor tenía un sueño, dirigir a la selección nacional de su país y el sueño se le cumplió.

Aquel primer momento fue exitoso, efímero pero exitoso y dejó buenas sensaciones en la afición criolla, pues esa visión de juego colectivo, apretando desde el comienzo en defensa, luchando cada pelota hasta el último segundo, sacándole el máximo a cada atleta, sin nada de individualidades y con el equipo como bandera, esa visión de “Che” García llega a enamorar.

La génesis del regreso

Y supuestamente fracasó, allá en su tierra y todavía nadie entiende, ese comunicado después del triunfo ante Bahamas, donde la Confederación Argentina de Básquetbol, anunciaba la desvinculación de García como entrenador, luego de 8 partidos saldados con forja de 6 victorias y 2 derrotas.

La FEDOMBAL, (Federación Dominicana de Baloncesto) no perdió tiempo en aquel entonces y tres semanas después, a finales de septiembre último, anunciaba el regreso de Néstor al banquillo de la escuadra nacional, con el claro objetivo de asegurar el pase al Mundial de 2023.

Este jueves en Santo Domingo, será el reencuentro de “Che” con los que otrora fueron sus pupilos, con su gente, con su bandera, pero hablamos de un profesional que sabe bien cual es la actitud a asumir.

El precedente

El juego de este 10 de noviembre tiene un precedente, pues Dominicana con “Che” García al mando midió fuerzas con Argentina allá por 2019 durante los Juegos Panamericanos de Lima y en ese entonces los caribeños cayeron con cerrada pizarra de 102-97, pero este nuevo capítulo es algo totalmente nuevo.

Los dominicanos llegan a esta ventana FIBA en la cuarta plaza del apartado E con registro de 5-3, justo detrás de Canadá (8-0), Venezuela (7-1) y Argentina (6-2).

Al momento de escribir este texto, a menos de un día para arrancar las acciones, Dominicana está en el Mundial como el mejor cuarto lugar, pero todos saben que hay que jugar dos partidos intensos hora en noviembre, primero Argentina, luego Venezuela y después repetir en febrero como visitantes.

Un hombre de éxito

Se trata de otra oportunidad inmensa para hacer historia y “ Che” García, como hombre exitoso desde sus comienzos allá en 1990 en su natal Bahía Blanca, “ Che” García no la va a desaprovechar, conoce bien a los dominicanos y de seguro pondrá el mejor quinteto posible mañana ante el combinado sudamericano, sin los jugadores de NBA pero confiando en la garra del capitán Víctor Liz, Andrés Feliz y Juan Miguel Suero, además del talento de Jean Montero y el complemento de hombres como Gelvis Solano y Antonio Peña.

Construir el juego desde la agresividad defensiva es la máxima del estilo que siempre propone García, explotando el juego exterior y la potencia de sus buenos jugadores; siempre fue así, aunque Néstor es un entrenador resiliente, sabe adaptarse muy bien y por ende intenta explotar nuevas variantes, destacando a la ofensiva el anotar en transición, además del uso de cortinas en el eje y lo codos para los portadores de balón.

El hacedor de sueños

Sí, como lo lee, este Néstor “Che” García que rgresa a Santo Domingo es ese hombre que a lo Pellegrini o lo Bielsa, logra mucho con poco, luchando hasta el final y son  32 años en los banquillos para atestiguarlo, triunfando en Estudiantes, luego en Peñarol, en Puerto Rico, siendo un dios en Venezuela con esos títulos en los Campeonatos Sudamericanos y la clasificación a Río 2016.

Las segundas partes nunca fueron buenas pero es “ Che” García como un hacedor de sueños que todo lo que toca se convierte en oro y esa es la mayor de las expectativas en su regreso a Dominicana, la de tener al hombre que los lleve a su cuarto Mundial.