El último concurso de mates de la NBA acabó con Obi Toppin como ganador. Sin embargo, este es un evento que está en plena decadencia debido a diversas razones y probablemente tanto esta edición como muchas de las anteriores no perduren por demasiado tiempo en las mentes de los fanáticos.

Esto se debe a varios motivos, pero principalmente a la falta de atractivo que tiene el hecho de ver a jugadores que no son principales en sus respectivos equipos debatiéndose el título de mejor matador de la NBA. Pero, ¿Habrá alguna manera de hacer que tan importante torneo recobre su esplendor? Es el gran reto que tienen por delante a partir de ahora los organizadores.

La NBA debe reformar el campeonato de clavadas

El Juego de Estrellas de este año resultó ser todo un éxito, tras un giro de tuercas bastante interesante que acabó otorgándole un lugar en el corazón de los amantes de la NBA. Todo lo contrario fue el concurso de clavadas, donde un triste cuadro compuesto por el ganador Obi Toppin, Juan Toscano-Anderson, Jalen Green y Cole Anthony no levantó interés en casi nadie.

Desde hace un tiempo para acá, la categoría y el cartel de los baloncestistas que se presentan a dicha competición ha decaído notoriamente. Lejos quedan aquellas grandes actuaciones de la leyenda Michael Jordan y jugadores como Vince Carter, Nate Robinson y Amar’e Stoudemire.

Esto se debe en gran parte al poco beneficio económico que se percibe hoy en día por formar parte del show. Estrellas como LeBron James, Giannis Antetokounmpo o Derrick Rose, que tienen potencial para enriquecerlo, jamás fueron siquiera invitados por temas de dinero. Pero, ¿Acaso no se puede conseguir que las principales empresas que patrocinan a la NBA traigan de vuelta al espectáculo de las clavadas a jugadores con cartel? Es ese el gran reto a partir de ahora.

¿Cuál es la solución?

El problema del dinero puede solucionarse a corto plazo. No obstante, hay otras cuestiones que también juegan un papel preponderante, y es el hecho del prestigio. Un jugador de clase mundial no quiere caer ante otro de menor rango, por lo que colocar un mínimo de minutos jugados por encuentro para tener acceso al concurso de mates puede ser la solución.

A los grandes no les importaría perder contra otros grandes, solo así se animarían a participar. Eso sí, algo hay que hacer para revivir un evento que era de los más esperados y que ahora suele pasar por debajo de la mesa.