LeBron James es, desde hace años, uno de los centros de escena de la NBA. A donde va, van las cámaras, los flashes y los rumores que lo vinculan en todo tipo de actividad o traspaso. Muchos de ellos no se llevaron a cabo, y otros, sí. Justamente un nuevo rumor abre el debate sobre si el alero podría arribar a Cleveland Cavaliers.

Si bien James firmó este verano un contrato de dos años por casi 100 millones de dólares, que lo ata a la franquicia angelina, nada está dicho. Es sabido que en Los Ángeles se transitan tiempos de incertidumbre ante el fracaso de la temporada anterior y lo incierto sobre lo que pueda llegar a hacer el renovado plantel esta temporada.

LeBron ya tuvo salidas de equipos cuando el rumbo parecía no estar claro y no se caracteriza por integrar equipos que no tengan la certeza de ganar. Por eso arribó a Miami en 2010, por la misma razón dejó Florida para volver a Cleveland en 2014 y también por idéntico motivo llegó a Lakers.

Desde el entorno de James aseguran que, si bien esta temporada la jugará en Los Ángeles, todo quedará sujeto a cómo sea el resultado de la temporada los de amarillo y púrpura. Un nuevo fracaso pondrá a los jugadores en el ojo de la tormenta y ahí LeBron podría considerar seriamente regresar a Ohio para un tercer ciclo en los Cavs.

De todas formas, cada cambio de equipo significa que LeBron no llega solo, sino junto a todas sus exigencias. “Cuando adquieres a LeBron, hay muchas cosas que van con eso. Quiere poder. Quiere ayudar a tomar decisiones sobre la plantilla y la gente que se contrata dentro de la organización. Quiere estar en el centro de todo y tener un equipo construido en torno a sus puntos fuertes y cosas por el estilo”, comenta Chris Fedor, reportero insider de la NBA