Boston Celtics se puso en ventaja tras triunfar en el primer juego en el TD Garden en el marco de las Finales de la NBA ante Golden State Warriors. Pero el 116-100 ante los de San Francisco no solo le dio la posibilidad de acercarse más hacia el anillo, sino que lo puso en una situación estadísticamente favorable.
En la historia de las Finales de la NBA, ante la situación de que al tercer partido la serie se encuentre empatada, el que triunfa en ese juego termina consagrándose campeón en un 87.5% de las veces, cifra que ilusiona a todos los fanáticos de los Celtics que quieren volver a ganar un título desde 2008.
Si bien es un número alentador, esta estadística no garantiza el éxito y han habido remontadas que quedaron grabadas en la memoria de la competición. Incluso, varias de ellas han sido más épicas, como la que protagonizaron los Bucks la temporada pasada tras remontar un 0-2 para luego ganar las Finales 4-2.
Misma situación tuvieron los Cavaliers de LeBron en 2016 ante los Warriors. Cleveland caía 0-2 y si bien ganó el tercer juego, luego perdió el siguiente para quedar 1-3. Finalmente terminaron ganando las Finales en la que es, hasta ahora, la mayor remontada de la historia.
También Miami Heat tuvo una situación similar a Milwaukee. En 2006, ganaron el anillo ante Dallas Mavericks luego de perder los primeros dos partidos y triunfar en los siguientes cuatro. Pero, ¿qué hay en cuanto a la situación actual de Celtics y Warriors?
El último en remontar un 1-2 tras caer en el tercer juego fue justamente Golden State. En 2015, ante Cleveland, ganó el cuarto partido en casa de los Cavs y luego fue derecho al título llevándose la Final por 4-2 en una serie que tuvo como MVP a André Igoudala.
LeBron, al igual que en 2015, fue protagonista de remontadas similares, estando tanto en el bando perdedor como ganador. En su estadía en Miami triunfó ante San Antonio en 2013 tras caer en el tercer juego y luego su equipo hizo una remontada épica con el recordado triple de Ray Allen para llevarse el sexto y después ganarlo en el séptimo.
Antes, en 2011, cayó en su primeras Finales con los de Florida, ante Dallas, que remontaron un 1-2 tras caer en Texas y luego ganaron tres juegos seguidos para que el alemán Dirk Nowitzki se vengara de Miami y lograra su primer y único anillo con los Mavericks.
Los Celtics tienen sus historias de remontadas en Finales: además de salir del 2-0 en 1969 con un 4-3 sobre Los Angeles Lakers, los de Massachusetts se salvaron tras ir cayendo 2-1 en 1984 ante Los Angeles Lakers, en 1962 contra el mismo rival y en 1957 frente a St. Louis Hawks, teniendo todas esas series la coincidencia de que el tercer partido fue en condición de visitante, a diferencia de lo que está sucediendo en 2022.