Su lamentable y pronta partida hace más de dos años y medio aún sigue siendo algo muy difícil de digerir, ya que desde muy temprano se convirtió en ídolo de varias generaciones; solo vistió una camiseta en sus 20 temporadas en la NBA, siendo la de un histórico en la liga y que eso quizás lo convirtiera aún más en una leyenda.

Kobe Bryant, el mismo que ganara 5 anillos con sus Lakers, aquel equipo que comenzara dominando a inicios de este siglo, con 3 títulos consecutivos de su mano y también de su gigante compañero Shaquille O’Neal, quienes estuvieron llamados a ser los sucesores de unos inmensos Chicago Bulls de Michael Jordan y Scottie Pippen y, al menos de inicio, no estaban decepcionando.

Sin embargo, al culminar esa trilogía exitosa por allá en el 2002, comenzaba una especie de etapa de declive en los siguientes dos años, con todo y participar en los ‘Playoffs‘, pero el fin de la era junto a ‘Shaq’ se confirmara al caer en aquellas finales con los Detroit Pistons; y lo que muchos acá desconocen es que Kobe ante este fracaso, quiso cerrar su ciclo en Los Ángeles.

Pues si, así como se lee, Bryant ante la frustración de no seguir siendo protagonista en las finales de la liga, ya no le resultaba muy agradable el ambiente en esa ciudad, por lo que comenzaba a explorar otras opciones, ya que quería continuar siendo competitivo y estar en un equipo que aspire a lo más alto, cosa que ya no tenía garantizado en los Lakers; pero entonces la pregunta es, ¿hacia cuál equipo irse?

Era sabido que una figura ya consolidada como esta, ofertas no le iban a escasear, incluso se le estuvo involucrando en un intercambio con los Minnesota Timberwolves y su jugador franquicia Kevin Garnett, algo que no transcendió y Kobe continuaba vestido de amarillo y púrpura; en enero del 2006 seguía haciendo historia con sus 81 puntos ante los Toronto Raptors.

Entonces, ya con 3 años seguidos sin penas ni glorias, en el 2007 parecía que estaba decidido a cambiar de equipo, y fue cuando comenzaron una serie de reuniones estrictamente confidenciales entre directivos de los Lakers, encabezados por Jerry Buss (entonces propietario), Mitch Kupchak (Gerente General) y Rob Pelinka (entonces agente de Bryant), y dos representantes de los Detroit Pistons, si, el mismo equipo con el que cayeran en 2004.

Joe Dumars, en ese entonces el Gerente General, y el propietario Bill Davidson eran los personajes de Detroit que formaban parte de aquella posible operación de traslado de Bryant hacia los Pistons; había otro equipo que estaba interesado y con la capacidad de entrar en la negociación, y eran los Chicago Bulls. Según declaraciones de Dumars a ‘The Crossover‘, la cosa era entre ellos y el conjunto de Illinois.

Todo prácticamente estaba listo, y ellos eran las únicas personas que conocían lo que podía suceder; solo faltaba la aprobación final del propio jugador, que dicho sea de paso, tenía una clausula de no traspaso en su contrato, siendo en ese momento, el único jugador en la liga con esta particularidad. Richard Hamilton, Tayshun Prince, Amir Johnson y un ‘pick‘ de primera ronda eran los jugadores que serían enviados a los Lakers en esta transacción.

¿Qué sucedió entonces? Kobe solamente pidió un lapso de 48 horas de tiempo para pensarlo y discutirlo con su familia, pero ante esto, Jerry Buss solo le concedió un día para tomar la decisión. En vista de la presión que estaba sintiendo y al no querer apresurarse, la negociación no pudo seguir avanzando y todo quedó allí; “Eso es todo, intentamos hacer un trato, no quisiste tomar una decisión y vamos a seguir adelante“, fueron algunas de las palabras de Buss hacia Bryant.

Muchos afirman que en el fondo, el entonces mandamás de los Lakers no quería desprenderse de Kobe, por lo que optó por esta medida de presionarlo, sabiendo que no iba a tomar una decisión inmediata; por lo que hoy nos estamos cuestionando lo que pudo haber ocurrido si esto se hubiera concretado. Más allá de los jugadores sacrificados, Detroit pudo reventar el mercado y quizás ganar otros títulos además de aquel en 2004.

Para fortuna de la franquicia de California, la gloria llegaría de nuevo en 2009 y 2010, esta vez con un Kobe haciendo llave con otro que terminara siendo uno de sus mejores compañeros y amigos, como lo fue Pau Gasol, con lo que pudo al menos justificar su permanencia en Los Ángeles, cuando ya daba por hecho su salida de allí.

Por esto y más, la leyenda de ‘Black Mamba‘ siempre estará vigente; todos querían compartir vestuario con él y recibir su legado, aún en los momentos más difíciles. Hoy estaríamos celebrando sus 44 años de nacimiento, pero, basta solo con mirar sus números ‘8‘ y ‘24‘ en lo más alto del ‘Crypto.com Arena’ (antiguo Staples Center) y siempre nos sacará una sonrisa.