Las dudas se empiezan a despejar. Después de una conflictiva preparación en la que perdió dos partidos inesperados ante Nigeria y Australia y en la que, además, sufrió las bajas de Bradley Beal y Kevin Love, Estados Unidos empieza a tomar ritmo.

No está siendo fácil el camino a su cuarto oro seguido. El debut fue un baño de realidad en la que Francia, su verdugo en el Mundial de China 2019, lo derrotó dando un aviso de que el básquet FIBA le puede dar pelea a la NBA.

Y si bien le quedaban partidos ante rivales inferiores, había que ganar por la mayor cantidad posible para remover todo tipo de cuestionamientos y agarrar confianza. El triunfo ante Irán por 120-66, fue seguido por otro triunfo ante República Checa en el cierre de la fase de grupos para quedar como segundo del Grupo A.

De todas formas, no fue fácil enfrentar a los europeos. De la mano de los ex NBA Jan Vesely y Tomas Satoransky, República Checa comenzó con todo. Con buen juego físico, limitando las individualidades norteamericanas y con buenos porcentajes de tiro, se llevó el primer cuarto por 25-18

Pero era cuestión de tiempo para que Estados Unidos se despertara. De la mano de un intratable Jayson Tatum, mas el infaltable aporte de Kevin Durant, empezó a sacar ventaja con una defensa más agresiva y tiros más cómodos. Los restantes períodos fueron dominados por los NBA por más de diez puntos en cada uno.

De esa forma, el 119-84 final clasifica a Estados Unidos a cuartos de final como segundo del grupo (Francia quedó como líder tras vencer a Irán). Mientras que los checos quedaron eliminados ya que pase lo que pase en el resto de los partidos, quedarán como el peor tercero de la competición, y solo clasifican dos.

Esto hace que el partido de esta madrugada entre Argentina y Japón, tome un atractivo mayor, ya que el ganador, se meterá directamente en cuartos de final.