Este puede ser uno de esos casos en donde el deporte no se desvincula de las realidades que se viven día a día en una sociedad cada vez más corrompida y en la cual algunos atletas, a pesar de contar con un gran talento, por un tema de ambición, se han involucrado en algún escándalo o han sido señalados por cometer un acto ilícito.

De este lado del mundo, han abundado casos sobre violencia doméstica, y cada vez se reciben castigos más severos en este sentido; desde multas económicas, retención de salario, vetos y hasta sentencias de prisión hemos podido presenciar, en las cuales los deportistas en cuestión, como buenas figuras públicas que son, pasan inmediatamente de ser amados a ser odiados.

El entorno del baloncesto y del deporte en general se vio conmovido hace algunos meses con la detención en territorio ruso de la pívot estadounidense Brittney Griner, en ese momento jugadora del UMMC Ekaterimburgo de la liga premier de baloncesto femenino, por tráfico de drogas y hasta la fecha con mucha incertidumbre sobre su futuro inmediato.

Sin embargo, aún en situaciones de culpabilidad, el gremio suele manifestar su apoyo y solidaridad en este tipo de situaciones; no ha dejado de llamar la atención, por ejemplo, que un personaje como Anthony Davis, actual figura de los Lakers en la NBA, no haya hecho algún pronunciamiento sobre el caso Griner, tomando en cuenta que hace algunos años estuviera vinculado sentimentalmente con la 7 veces ‘All Star’ de la WNBA.

Algo distinto a lo que ha hecho su propio compañero de equipo, el veterano Carmelo Anthony, quién hace par de meses alzó la voz y solicitando hasta firmar una petición para que su colega del renglón femenino reciba un mejor trato en tan delicado asunto, ya que a su juicio, se ha cometido una gran injusticia y se ha pretendido manchar la imagen de una destacada atleta.

Si retrocedemos unos 8 años atrás, Griner se estaba comprometiendo con la también jugadora Glory Johnson; un año antes de esto ella se había declarado abiertamente homosexual. Pero, esta relación solo duraría unos meses ya que Johnson recibió una acusación por agresión doméstica, por lo que el matrimonio debió ser anulado.

Lo curioso, es que cuando sale a la luz pública dicha anulación, inmediatamente se empiezan a ventilar los rumores de una nueva relación con Anthony Davis, algo que trataron de mantener en silencio, pero que el mismo Davis no pudo seguir negando, llegando a manifestar que ella era alguien muy importante en su vida.

Ya estos dos personajes se les había vinculado en el 2013, cuando Davis apenas era jugador de los Pelicans. El mismo ala-pívot había negado rotundamente en un mensaje publicado en sus redes sociales, indicando que no estaba comprometido con nadie en ese momento.

Quizás por esta razón, Davis se ha mantenido al margen ante este escándalo, sin querer pronunciarse a favor o en contra, y que ha mantenido en vilo al mundo del deporte, sobre todo del lado femenil, tratándose de una de las jugadoras más destacadas en su género, pero que por un (presunto) error, estaría echando por tierra todos sus logros; lo que se puede intuir en una notable decepción de parte del compañero de LeBron James.

Nunca se supieron los motivos por los cuales su relación no pudo continuar; Griner desde muy pequeña nunca tuvo una vida fácil, llegando a ser víctima de bullying y acoso escolar en su niñez, relacionado con su posterior declaración de homosexualidad, algo confesado por ella misma.

Por su parte, Davis el próximo mes de septiembre cumplirá su primer año de matrimonio con su actual pareja, la diseñadora Marlen P, habiendo tenido un hijo previo a su unión civil. Así es como una estrella de  la NBA, con un valor actual de 130 millones de dólares, sale a la palestra, pero no precisamente por sus volcadas o asistencias; de todas formas, el mundo del deporte espera la mejor de las resoluciones con respecto a Brittney Griner. El tiempo y la justicia lo determinará.