Definitivamente, estamos en la tendencia de las confesiones en el entorno del baloncesto de la NBA, en donde en los últimos días se han ventilado declaraciones de jugadores que han sido afectados por crisis en su salud mental y que han sufrido de depresión, lo que les ha llevado a apartarse de los tabloncillos.

En algunos casos, también se han visto situaciones de indisciplina y roces con sus propios compañeros y el mismo entrenador; algo similar a todo esto fue lo que llegó a vivir el jugador Ben Simmons, hace poco más de un año cuando aún vestía el jersey de los Philadelphia Sixers, cuya salida de allí recordamos fue algo polémica y de la que aún a esta fecha se sigue comentando.

Simmons tuvo un altercado con el coach Doc Rivers en el inicio de la pasada temporada, quien lo terminara expulsando de un entrenamiento de los Sixers, alegando mala conducta y desobediencia; este malestar ya se había originado desde aquel séptimo juego de la semifinal de conferencia ante los Atlanta Hawks, en donde Philadelphia quedara eliminado de la competición, y en donde además llegara a recibir duras críticas de parte de Joel Embiid.

Esa eliminación llego a retumbar de tal manera en la siempre exigente afición de los Sixers, quienes de igual forma llegaron a señalar a Simmons como uno de los responsables; algo que el nacido en Melbourne le costó asimilar y terminara repercutiendo en su estado de ánimo; precisamente, esto lo acaba de declarar en el último ‘podcast’ de JJ ReddickThe Old Man and the three’.

Hablé con (el coach) Doc y le dije que no estaba mentalmente listo, no estaba en ese lugar para jugar, no podía, y le pedí que me entendiera; igual me colocó a pesar de lo que le dije, como si lo hubiera hecho a propósito”; parte de lo que le confesara Simmons a Reddick, con quien compartiera en par de temporadas en Philadelphia.

A pesar de esto, Simmons manifestó que no guarda rencor a esta franquicia ni a ninguno de sus allegados, sino que más bien se queda con muy buenos recuerdos de esa ciudad; “mi experiencia allí fue increíble, los aficionados son los mejores, aún me siento parte de ella, incluso aún tengo un apartamento allí”.

Sin embargo, sigue pensando que sus propios compañeros no lo llegaron a apoyar y que por el contrario, estaban todos en su contra; lo que terminó por entorpecer su relación con todos ellos; esto hizo que fuera enviado a los Brooklyn Nets, su equipo actual, pero sin haber podido debutar gracias a su hernia en la espalda, con el pronóstico que pueda estar listo para el inicio de la próxima temporada.

Con este antecedente, no sabemos si su andar por Brooklyn será del todo positivo; pero no cabe duda que ha sido víctima de su propia inestabilidad mental, que le ha impedido culminar su compromiso adquirido en su momento con los Sixers, en donde parecía tener todo el éxito que buscaba; veremos cómo le va al lado de personajes nada sencillos como Kevin Durant y Kyrie Irving.