Si la temporada 2020 del circuito tenístico fue dolor de cabeza para los jugadores, debido a la interrupción de la actividad, este 2021 no está siendo el mejor para muchos, más allá de que se haya vuelto a la normalidad.

Y los principales afectados fueron dos de las máximas figuras del tenis de los últimos tiempos. Tanto Rafael Nadal como Roger Federer han tenido una temporada plagada de lesiones que ha hecho que no pudieran acudir a muchos torneos y se hayan perdido los más importantes. El suizo, justamente, puso en duda su futuro en lo que queda de la temporada.

El ex número uno del mundo tuvo dos operaciones de rodilla el año pasado, en el que apenas disputó seis partidos. Y en lo que va del 2021, apenas jugó en trece encuentros. Tuvo que retirarse de Roland Garros debido al desgaste, para preparar su torneo predilecto, Wimbledon. Pero en el césped inglés cayó en cuartos de final ante Herbert Hurkacz.

Tras confirmar su baja de los Masters de Toronto y Cincinnati, que inician la gira de cemento previa al US Open, Federer declaró que aún no sabe como será su futuro en el corto plazo del circuito: “Estuve de vacaciones. No he hecho nada en un tiempo debido a mi rodilla. Tuve que parar por completo después de Wimbledon. Esta semana tengo que reunirme con mis médicos y mi equipo, y luego veremos qué pasa”.

Por eso, la duda pasa por si estará presente en el último major del año, en el que para muchos es su última temporada como profesional en el tenis. La realidad es que Federer ya tiene 40 años y, si bien acostumbró a los fans a parecer inoxidable, es igual de humano que el resto.