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Rafael Nadal tuvo un gran 2022 con dos títulos de Grand Slam en su haber que lo dejaron, momentáneamente, como máximo ganador de majors en la historia. Pero tal desgaste a su edad le pasaron factura y ya en el final del año su estado físico fue decreciendo al punto de que para el Abierto de Australia de este año, tuvo que frenar por lesión.

Si bien puso como fecha de regreso el Masters 1000 de Montecarlo, torneo que ganó en once oportunidades, el español se encargó de bajar la expectativa y poner en duda ese retorno al circuito en uno de sus torneos favoritos. A través de las redes sociales, desmintió que sea segura su participación.

“No sé quién saca esta información., pero evidentemente si fuera cierta os lo confirmaría pero desgraciadamente no lo puedo confirmar. Sigo mi rumbo y no sé cuándo volveré a jugar, esa es la verdad. Estoy en una fase de incrementar el trabajo. Si supiera cuando voy a volver lo diría, pero no lo sé”, ha comentado el manacorí.

Cabe recordar que, si finalmente participa en el torneo del Principado monegasco, estaría expuesto a disputar seis partidos en caso de jugar la final ya que no estará exento de la primera ronda al no ser uno de los ocho primeros cabezas de serie, luego de caer en el ranking por la inactividad.

El campeón de 22 grandes va con pies de plomo después de la lesión en el psoas ilíaco de su pierna izquierda, que le ha privado de realizar el calendario que tenía previsto y en el que estaban marcados los torneos de Doha, Dubái, una exhibición en Las Vegas e Indian Wells. El gran objetivo de la temporada pasa por Roland Garros (28 de mayo al 11 de junio) y Nadal no precipitará su vuelta si eso supone un riesgo para estar en plenitud de condiciones en el segundo ‘Grand Slam’ del calendario.